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Boletín N°. 2335 La paridad entre mujeres y hombres debe lograrse en los tres Poderes: Anaya Cortés

• No se trata de una aspiración excesiva o abusiva

17-10-2013.- Al conmemorar los 60 años del voto femenino en México, el presidente de la Cámara de Diputados, Ricardo Anaya Cortés, afirmó que es necesario superar la evidente desigualdad en la participación pública entre mujeres y hombres, mediante acciones afirmativas acompañadas de políticas integrales, que permitan acabar con lo que limita el acceso a las mujeres.

Durante la Sesión Solemne en la que se recordó el LX Aniversario del Reconocimiento del Derecho de las Mujeres a Votar y a ser Votadas, Anaya Cortés señaló que se requiere actuar con altura de miras, para lograr la paridad, “empezando por el Legislativo, pero no sólo en el Legislativo, sino en los tres Poderes y en los tres órdenes de gobierno”.

Aclaró que México fue uno de los últimos países de América Latina en reconocer este derecho para las mujeres. “Esta vez debemos llegar a tiempo y que nadie se confunda: Paridad no es ni 40 ni 45 por ciento, paridad es la mitad. Nada más, pero nada menos”.

“Y si en la discusión en comisiones o en el pleno, que nadie las haga sentir que la paridad es una aspiración excesiva o abusiva, porque no se trata de quitarle su lugar a otro, se trata de que decidamos juntos, porque cuando decidimos juntos decidimos mejor.

Hoy México es otro. Las mujeres mexicanas son alcaldesas, regidoras, diputadas, senadoras, ministras, secretarias de Estado, “pero digámoslo claro, seamos francos, son las menos, son apenas la avanzada audaz y valiente de un contingente que debe seguir avanzando para conquistar la auténtica igualdad de derechos”.

Indicó que de los 20 países con mayor representación de mujeres en sus gobiernos, 17 han implementado políticas concretas de acción afirmativa y México no es la excepción.

“Cuando cambie la cultura, cuando cambie nuestra mentalidad, cuando cambien nuestras actitudes, cuando verdaderamente cambien las condiciones generales, horarios, prestaciones, cuando se eliminen todas esas barreras, cuando todo eso suceda, entonces sí podría ser que las cuotas dejaran de ser necesarias”.

Recordó que hoy se conmemoran 60 años del voto de las mujeres en México, “pero deberíamos estar conmemorando cuando menos 76”, pues en 1937 las cámaras del Congreso aprobaron una reforma a la Constitución, presentada por el entonces presidente Lázaro Cárdenas, y de cuyo expediente original se sustrajeron los votos aprobatorios de 19 legislaturas de los estados,

“Debemos recordar expresiones rancias que no deben repetirse jamás, como la de Fernando Cahero, fecha 15 de abril, 1938, que exige al Congreso que en caso de aprobarse la reforma no puedan, cito textualmente, votar ni ser votadas las mujeres que no hayan tenido, cuando menos dos hijos, o comprobar por los medios legales que es estéril”.

De igual forma, la opinión de la Confederación Nacional de Veteranos de la Revolución, el 12 de octubre, 1937, que se manifestó diciendo no estar “de acuerdo en que se conceda el voto al elemento femenino por considerar que la mujer mexicana en su mayoría es fanático-católica e impreparada, y al concederle el voto, vendría a ser instrumento ciego y ventajoso en manos del clero”.

Aunque los legisladores no siguieron esos criterios y sí aprobaron el dictamen, “este expediente no tiene un final feliz, en 1937 pudo más la “chicana legislativa”, pudo más el cálculo político y pudo más el pensamiento retrógrado”.

La reforma corrigió un franco atropello a la dignidad de la persona, cuando “quizá lo más importante que debemos entender, es que el acceso de las mujeres a los cargos de decisión trae consecuencias sumamente positivas”.

La diputada Tanya Rellstab Carreto (PRI) manifestó que aunque existe un avance en materia de ciudadanía, las reformas legislativas han quedado sólo en el papel pues el reconocimiento de la capacidad femenina para el quehacer político no ha quedado plasmado en situaciones materiales, concretas y reales.

“El valor de la mujer está en su propia esencia, no necesita del reconocimiento que le permita acceder a lo que le corresponde. Hoy las mujeres buscan en el empoderamiento el poder de decisión, porque se equivocan aquellos quienes piensan que sólo en un cargo de elección popular se le permite a la mujer acceder al poder”, puntualizó la legisladora.

La diputada Martha Lucía Mícher Camarena (PRD), indicó que no se puede construir un país igualitario sobre un sistema de profundas desigualdades en todos los ámbitos de la vida; “por eso necesitamos avanzar y decirle al mundo entero que es nuestro derecho, porque no nos reconocieron nada, porque restituyeron un derecho que se nos había dejado atrás”.

Dijo que al obtener hace 60 años el derecho de las mujeres a ser votantes y candidatas en todos los niveles de participación, con los mismos derechos de los hombres, se habla del derecho ciudadano más significativo de nuestro México.

Sin embargo, dijo, “la paridad de los sexos significa igualdad de hombres y mujeres no sólo ante la ley, sino en la realidad, en los hechos”, pues en el país no hay una sola gobernadora y las mujeres gobiernan sólo siete por ciento de los municipios; “eso no lo podemos permitir si tenemos un discurso de igualdad”.

En su oportunidad, la diputada Blanca Jiménez Castillo (PAN) afirmó que “las cuotas de género abrieron la posibilidad de que un mayor número de mujeres ocupáramos cargos de elección popular, pero en los hechos se ha convertido en un techo de cristal que no permite avanzar”.

Resaltó que actualmente presiden 13 de 44 comisiones ordinarias de la Cámara de Diputados y, en cuanto a las comisiones especiales, de 28 sólo ocho son encabezadas por diputadas. Respecto a los órganos de gobierno en San Lázaro, de 12 integrantes en la Mesa Directiva, cinco son mujeres; y una coordinadora de bancada.

Enfatizó que continuará la lucha de las mujeres de México hasta erradicar la violencia política, la discriminación y alcanzar la paridad. “Es la mejor forma de conmemorar este 60 aniversario”

La diputada Dora María Guadalupe Talamante Lemas (Nueva Alianza), señaló que la conmemoración no sólo debe servir para realizar una reflexión histórica, sino para comprometer a los legisladores en reforzar y encaminar las acciones que permitan garantizar los derechos políticos electorales de las mujeres y que se posean las mismas condiciones y oportunidades que los hombres.

Subrayó que el derecho al voto no es una concesión, sino un derecho legislativo, por lo cual pidió el compromiso de todos para que las mujeres sean incluidas de manera estructural en la elección de los cuadros de representación de los partidos políticos y eliminar los estereotipos de género que obstruyen el avance de la igualdad sustantiva para acceder a las mismas condiciones y a la toma de decisiones en los ámbitos económicos, políticos, culturales y familiares.

La diputada Magdalena del Socorro Núñez Monreal (PT) destacó que a 60 años del reconocimiento de la ciudadanía a las mujeres, las diputadas y diputados realizan un tributo a todas ellas que lucharon por el fortalecimiento de los derechos políticos de este sector. Sin embrago, pidió seguir luchando por un trato igualitario en los ámbitos sociales, políticos y culturales.

Por ello, invitó al Ejecutivo federal y los gobiernos estatales y municipales a que instrumenten en sus gabinetes la medida de paridad en las instituciones donde se toman las decisiones fundamentales.

La diputada Aída Fabiola Valencia Ramírez (Movimiento Ciudadano) mencionó que a pesar de que la Carta Magna en su artículo 4 contempla que el varón y la mujer son iguales ante la ley y en los artículos 34 y 35 conceden los mismos derechos, lo cierto es que sólo existen 42 senadoras de 128 escaños, 184 diputadas de 500 curules, 310 diputadas locales de mil 134 diputaciones de los estados y un porcentaje aproximado de 3.4 por ciento de presidentas municipales de dos mil 457 municipios, lo cual representa que “la paridad es una falacia”.

Añadió que en México, donde se presume la democracia, la autoridad electoral no debe fungir como restaurador de un derecho violentado a las mujeres, sino como garante del mismo, vigilando de oficio el respeto al ejercicio de sendo derecho.

La diputada Ruth Zavaleta Salgado (PVEM) expuso que no es suficiente reformar o hacer nuevas leyes. “Tenemos grandes retos que enfrentar, el primero tiene que ver con lograr que los estados de la república también reformen sus códigos e impulsen la presencia de las mujeres en sus congresos”.

Sin embargo, sostuvo que el reto mayor es impulsar la participación femenina por los espacios de poder, no por las cuotas de género, sino por lo que representa su presencia en las decisiones de poder.

Resaltó que está demostrado a nivel internacional, por estudios científicos presentados por la ONU, que cuando hay mayor presencia de las mujeres hay mayores reformas en los temas que se refieren a contra la violencia hacia el género, a la salud preventiva, al empleo y a la justicia en todas sus expresiones.

A la Sesión Solemne asistieron la vicepresidenta del Senado, Ana Lilia Herrera Anzaldo (PRI), en representación de ese órgano legislativo; la ministra Olga María del Carmen Sánchez Cordero, en representación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y Lorena Cruz Sánchez, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), en representación del titular del Poder Ejecutivo.

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