• Se debe descartar la cárcel, la criminalización y la estigmatización de las y los consumidores

26-09-2013.- En la inauguración del Foro Tricameral de la prohibición a la regulación: nuevos enfoques en política de drogas, el diputado presidente de la Junta de Coordinación Política, Silvano Aureoles Conejo (PRD) señaló que se debe abrir el debate sobre las drogas y buscar las mejores alternativas.

Mencionó que es necesario revisar las políticas públicas sobre las drogas, pues no han sido las mejores alternativas para enfrentar el problema. Se debe descartar la cárcel, la criminalización y la estigmatización de las y los consumidores, dijo.

Silvano Aureoles indicó que debido a las aristas que tiene el uso de drogas, algunos temas requieren ser analizados y debatidos “sin tapujos, sin tabúes, sin mitos, tales como la salud pública, la seguridad y el comercio internacional”.

Acotó que la actual política de drogas parece contribuir a generar una serie de efectos adversos que van desde la afectación a la estabilidad y al tejido social, hasta los altos costos que atentan contra el ejercicio y la protección del derecho a la salud y a la seguridad de las personas.

Señaló que la atención en las tres sedes legislativas será brindada a los especialistas internacionales, quienes, dijo, darán los mejores elementos y enfoques sobre las políticas públicas que deben construirse e implementarse, así como las alternativas viables que van más allá de la prohibición de drogas y de la profundización del debate sobre la despenalización.

En el evento, estuvo presente el vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra (PRI), quien también solicitó abrir un debate serio, sin afanes comerciales o protagónicos.

Indicó que se debe analizar la manera en que el uso de enervantes puede abrir la puerta a fenómenos de la delincuencia organizada, que pueden ser más crueles y más perversos, como el secuestro, tráfico de órganos, trata de personas y delitos patrimoniales que impactan en las familias mexicanas.

“Lo peor que le puede pasar a un Congreso es cerrar los ojos y sentidos ante un fenómeno que está presente y que le está saliendo muy caro; no son asomos apologistas del consumo de cannabis, pero es un tema que se debe discutir y ver, por la realización personal de los jóvenes inmersos en el tema”, dijo.

Arroyo Vieyra mencionó que las partes oscuras de la sociedad también se conducen, la fiabilidad humana nos hace ser constructivos y propositivos. Empero, continuó, “hay rutas de escape que llevan a los legisladores a normar el uso de cannabis que cuenta con cabilderas perversas que ponen trabas cuando se desea orientar a la sociedad y a la juventud para que no consuman”.

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