Jacqueline Argüelles Guzmán (PVEM), presidenta de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados, dijo que es urgente que el país cuente con plantas para tratar los residuos peligrosos y que se definan más sitios para su manejo y confinamiento, para evitar los tiraderos clandestinos.

A pesar de que México genera alrededor de ocho millones de toneladas de residuos peligrosos al año, las autoridades correspondientes no cuentan con una política integral en el manejo, transportación y confinamiento de esas sustancias, advirtió la diputada del PVEM.

Denunció que tampoco existe un inventario que indique la ubicación de los sitios de manejo y confinamiento, así como el tipo de toxicidad que generan los residuos.

Aseguró que es urgente contar con más plantas de tratamiento y sitios para el confinamiento de desechos y evitar que terminen en tiraderos clandestinos, ríos, cañadas y drenajes, ya que la contaminación de este tipo puede constituir un problema de salud pública y un daño al medio ambiente.

“Lamentablemente la infraestructura que se emplea para el manejo de residuos peligrosos en nuestro país es mínima y esto nos preocupa porque un alto porcentaje de estos desechos no reciben un adecuado tratamiento”, agregó.

De acuerdo con datos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en México existen 31 sitios que almacenan residuos peligrosos. Sin embargo, hay lugares que acumulan desechos tóxicos de forma ilegal, lo que representa un grave riesgo para quienes viven cerca de estos sitios.

La diputada ecologista mencionó que las empresas que manejan o almacenan este tipo de residuos y que han generado severos daños a los ecosistemas y a la salud de la población, son, entre otras, Metales y Derivados, en Tijuana, Baja California; Cromatos de México, en el Municipio de Tultitlán, Estado de México, y Cytrar, en Sonora.

También consideró que existen inconsistencias por parte de las autoridades ambientales, porque se ha demostrado que existen daños ocasionados a los ecosistemas, y se carece de programas para evaluar los riesgos en la salud que esta anomalía podría estar generando.

“Se requieren de atención urgente, y el Gobierno Federal ha minimizado el problema de los residuos peligrosos, debido a que no advierte a la población del grave riesgo que representa vivir cerca de estos lugares”, abundó.

Jacqueline Argüelles afirmó que existen estudios que demuestran que la exposición a este tipo de contaminantes provocan daños crónicos en la salud de la población como son: irritación en la piel, trastornos gastrointestinales y cáncer en pulmones, entre otros.

A nivel internacional existen 110 mil sustancias químicas, que son utilizadas en diversos procesos industriales; de las cuales la comunidad científica ha establecido que al menos dos mil son peligrosas como el DDT, los askareles y los bifenilos policlorados, mismas que requieren de un estricto control y manejo.

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