Las diferentes fracciones parlamentarias de la Cámara de Diputados insistieron en la necesidad de que se haga justicia por la muerte de estudiantes el 2 de octubre de 1968, pero también se pronunciaron por aprender de esa lección para el desarrollo del país, al conmemorar el 37 aniversario de esos acontecimientos.

Carlos Flores Rico (PRI) señaló que cada vez que se conmemora el 2 de octubre se repiten las mismas frases y se hace un recuento de los hechos desde diferentes ópticas, pero no se rescata la esencia de ese movimiento.

A raíz de esos acontecimientos, agregó, cambió la visión de democracia y la pedagogía en las aulas, entre otros aspectos.

Se habla de las víctimas, qué bien que los recordamos; se habla de los victimarios, qué bueno que pidamos justicia; se habla de la situación imperante en esa época, pero no de las causas, indicó.

Aseguró que el desempleo de esos años es menor al que se registra en la actualidad; que el Estado omnipotente de entonces es el inexistente de ahora; la crisis política, la falta de tratamiento a los problemas es un poco similar al que hoy se da, aunque de diferente manera; la situación de miseria, hoy se repite abrumadoramente, con entre 50 y 52 millones de pobres.

Se pronunció por recordar el pasado para leer el presente con un proyecto de Nación, unidos, con aliento para continuar y mirar con dignidad hacia el futuro.

Jorge Triana Tena (PAN) dijo que a 37 años han habido pocos avances en la investigación sobre los principales responsables y más preguntas que respuestas; señaló que su partido debe asumir la responsabilidad que le compete por ser Gobierno, ya que aún falta mucho por hacer en la búsqueda de la verdad.

“Seguiremos presionando y vigilando el trabajo de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, porque hasta el momento han sido pocos los resultados”, agregó.

Indicó que el tiempo apremia porque México así lo exige y parafrasenando a Manuel J. Clouthier dijo que “debemos dejar de llorar el México que se nos fue y empezar a construir desde ahora el México que puede y debe ser”.

Pablo Gómez Álvarez (PRD) dijo que han pasado muchos años y todavía hay quienes hablan de un enfrentamiento entre estudiantes y el Ejército. “El 2 de octubre del 68 no hubo tal enfrentamiento, los estudiantes estábamos desarmados, ninguno puso resistencia”, indicó.

Tras señalar que desde entonces persiste la impunidad de los responsables, cuestionó a los integrantes del Poder Judicial que resolvieron recientemente que el genocidio prescribe y que no hubo genocidio porque no se eliminó a todo un grupo.

Indicó que esos hechos son fáciles de explicar: todas las fuerzas de la autoridad que estuvieron en Tlatelolco actuaron al mismo tiempo, los militares uniformados, los militares vestidos de civil, los agentes de la Federal de Seguridad, el Servicio Secreto del Distrito Federal y los agentes judiciales federales.

“Todos actuaron en el mismo momento y cualquiera puede entender que había un mando único. Todos tenían órdenes de hacer lo que hicieron, nadie recibió al Ejército a balazos desde el tercer piso del edificio Chihuahua, porque los que asistimos, estábamos desarmados”, agregó.

Guillermo Velasco Rodríguez (PVEM) hizo un recuento del movimiento del 68, “tomado, elaborado y convertido por algunos intelectuales en una transformación de libertades, de derechos, de una nueva sociedad mexicana”, y de las acciones represivas que desarrolló el Gobierno de esa época.

Dijo que es tiempo de que México se transforme, sin sangre y sin muerte, tomando en cuenta estos hechos para trabajar con tranquilidad, tolerancia y sobre todo con respeto por un cambio de país de manera pacífica y sin confrontación.

Por eso son importantes las alianzas entre distintas fuerzas políticas y sociales para alcanzar consensos sobre las principales preocupaciones del país, agregó.

Jesús González Schmall (Convergencia) dijo que esa herida sigue abierta porque todavía no se le ha dado al pueblo “la mínima justicia de aquellos terribles acontecimientos” y se pronunció por conocer “con rigor histórico” quiénes, desde el poder, mandaron a masacrar a los jóvenes en Tlatelolco.

Recordó que el proceso para conocer a los responsables de ese hecho no ha concluido y dijo que se debe seguir exigiendo justicia. “Que no se nos vuelva a hacer objeto de burla por parte del Poder Público”, agregó.

JGM