La migración interna y externa es la nueva esclavitud que, junto con la trata de personas y la explotación laboral, laceran la vida de los niños que sobreviven fuera del núcleo familiar.

Es lamentable observar que en nuestras fronteras sur y norte los albergues son insuficientes porque a ellos llegan diariamente niños y niñas que conforman la nueva población de migrantes e inmigrantes.

En la presentación del libro “Derechos Incumplidos, Futuros Limitados. Políticas Públicas y Derechos de la Niñez y Adolescencia en México”, la diputada Angélica de la Peña Gómez (PRD) advirtió que aunque los menores de 14 años no deberían trabajar, puesto que lo prohíbe la Constitución mexicana, en el campo, las minas, los mercados de las grandes ciudades y las calles metropolitanas son escenario de su explotación laboral.

Ante tal situación, la diputada propuso la creación de un instituto de protección a los derechos de los infantes de México, que es una de las reformas que se incluyen en la Ley de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.

Explicó que este libro manifiesta la necesidad de cambiar la forma de vida de los niños para que puedan desarrollar a plenitud todas sus habilidades.

También habló sobre el problema de la desnutrición de los menores de 5 años, que en algunas zonas indígenas es de casi el 40 por ciento.

Francisco Mora Ciprés (PRD), secretario de la comisión, afirmó que existen dos millones de niños que no reciben educación básica y seguramente están desarrollando trabajos donde hay maltratos y explotación física.

En su intervención Saúl Arellano, Director del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo Social A.C. dijo que la política educativa es la única herramienta para mejorar la competitividad y mejorar los empleos. “Si no se cumple con este derecho de los menores se limita el futuro de la sociedad”.

ML