La Comisión Permanente del Congreso de la Unión pidió al Ejecutivo federal que acelere el proceso para declarar al Cerro de la Estrella, ubicado en el sureste de la Ciudad de México, como zona federal de monumentos arqueológicos, por su riqueza cultural, arqueológica e histórica.

También exhortó al Gobierno del Distrito Federal a que, en el ámbito de su competencia, tome las medidas necesarias para detener de forma inmediata las invasiones al Cerro de la Estrella y sus predios adyacentes, además de explicar por que no han sido desalojados los actuales invasores.

Asimismo, se solicita a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial del Distrito Federal que informe sobre la situación actual de esa zona e inicie los trabajos de coordinación con las distintas instancias de Gobierno para recuperar las áreas invadidas.

En el documento, presentado por el diputado Jorge Triana Tena (PAN), se recuerda que a la llegada de Hernán Cortés a la cuenca de México, en 1519, el Cerro de la Estrella o Huizachtepetl, el "Cerro de los huizaches", formaba parte de la llamada Península de Ixtapalapa, una faja volcánica que dividía a los lagos de Chalco y Xochimilco del lago de Texcoco.

Tiene un gran legado arqueológico y cultural fundamental para la historia e identidad de los habitantes de la Ciudad de México, con la existencia de diversos asentamientos que van desde el Preclásico (1000 años A.C.), hasta el final de la época prehispánica (1521), se indicó en el texto.

Entre estos asentamientos se incluyen los ubicados en sus alrededores y que tuvieron continuidad poblacional tras la conquista de México, como Iztapalapa, Culhuacán y Mexicaltzingo, los dos últimos con importantes conventos coloniales.

En su parte más alta destaca el suntuoso Ayauhcalli o “casa de la niebla”, mandado a construir por Moctezuma II para la celebración del Fuego Nuevo. Era un lugar para venerar a las deidades acuáticas y agrícolas del cual todavía quedan remanentes y que actualmente es conocido como el Templo del Fuego Nuevo.

El Cerro de la Estrella fue uno de los cerros rituales más significativos del México antiguo por su ubicación, el manejo del paisaje y sobre todo, por su gran cantidad de cuevas consagradas, donde se acompañaron la religión, el mito, el ritual y el sacrificio.

Ahí se escenificaron los mitos cosmogónicos y otras tantas liturgias que apenas hoy los investigadores comienzan a interpretar.

JGM