La Comisión Permanente del Congreso de la Unión exhortó al Presidente de la República a no escatimar esfuerzos en la defensa de los derechos de los trabajadores migratorios mexicanos.

Asimismo, lo invitó para que avance en la concentración de una postura regional común que rechace la construcción de muros, y que permita encontrar conjuntamente una solución integral para afrontar los retos y aprovechar las oportunidades inherentes al fenómeno migratorio.

Cabe señalar que el dictamen de la Segunda Comisión, cita que después de una reunión de Cancilleres de los países de América Central, Colombia, República Dominicana y México, para analizar la forma de hacer frente al sentimiento xenófobo de Estados Unidos contra los migrantes, la percepción generalizada prevaleciente, es que el gobierno mexicano ha realizado una defensa tibia de los derechos y la dignidad de los connacionales.

Agrega que en un inexplicable afán por no contradecir al gobierno norteamericano, los Cancilleres reunidos en México se limitaron a aprobar una Declaración Conjunta que acentúa la responsabilidad en los países expulsores de migrantes.

A un año de que concluya el gobierno del Presidente Fox, el flujo no sólo se ha mantenido, sino que particularmente se ha incrementado, pasando de 350 mil en el año 2000, a 500 mil migrantes anuales durante 2004 y 2005, cita el documento.

Como consecuencia, es posible afirmar que en la actualidad, cuatro de cada diez mexicanos se encuentran en condiciones que los obligan a emigrar a los Estados Unidos.

Adicionalmente, dejando de lado la retórica que ha caracterizado a las políticas públicas de la actual administración en materia de combate a la pobreza y generación de empleos, el gobierno no puede soslayar la existencia de una profunda brecha salarial entre dos economías que al cabo de más de diez años de haber determinado sus integración, aún siguen siendo abismalmente desiguales.

DJ