La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Marcela González Salas y Petricioli, afirmó que se requiere de “voluntad política” y de hechos contundentes para combatir el crimen organizado, lo cual es responsabilidad, dijo, de los tres órdenes de gobierno y los Poderes de la Unión.

“No podemos permitir que sea el crimen organizado quien dicte las reglas de convivencia en este país”, señaló.

Se manifestó en contra de la violencia a periodistas en varios estados, ya que, dijo, “no podemos tolerar que por ejercer nuestro derecho a la libertad de expresión” se nos vaya a agredir.

Indicó que no se deben permitir agresiones contra los comunicadores “sólo por abrir los ojos” de los mexicanos y mostrar al mundo los hechos.

Apuntó que son delicados los hechos violentos en el diario “El Mañana”, ya que Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue una de las ciudades elegidas para instrumentar el Programa México Seguro.

Por su parte, el vicepresidente de la Mesa Directiva, Heliodoro Díaz Escárraga, señaló que muchas fiscalías, entre ellas una para investigar las agresiones contra periodistas, no han funcionado por falta de “voluntad política”.

“Si hay un gobierno, un responsable a nivel federal o estatal, que ofrezca la solución de un problema de esta naturaleza debemos obligarlo a cumplir y, en su caso, debe haber una sanción social por un incumplimiento o por la expresión demagógica de un ofrecimiento”.

A título personal, Díaz Escárraga, indicó que el sistema de seguridad pública ha resultado un fracaso.

“Estas expresiones de inseguridad, este avance del narcotráfico y la violencia (…) que se dan en nuestro país año con año y que recrean un ambiente de zozobra son producto del fracaso de una de las políticas más importantes en la agenda que es la inseguridad pública”, abundó.

A pregunta expresa sobre la posible legalización de las drogas, Díaz Escárraga, se manifestó en contra ya que, refirió, sería “como aceptar que las instituciones del Estado Mexicano han fracasado”, mientras que González Salas y Petricioli, reconoció que es un tema delicado en el que aún hay mucho que hacer.

SH