Palacio Legislativo, 14-IX-2007 (Notilegis).- Las bancadas del PT, Alternativa, PVEM y Convergencia, coincidieron en que la Cámara de Diputados debe designar para la conducción de los trabajos del Instituto Federal Electoral (IFE) a una persona cuya trayectoria se enfoque a los principios de imparcialidad, respeto y fama pública, así como una profunda entrega al servicio de la sociedad.

Para el coordinador de PT, Ricardo Cantú Garza, la integración del nuevo Consejo General del IFE debe tener el consenso de todas las fuerzas políticas, y el encargado de conducir los trabajos del instituto “debe ser una persona con respeto y fama pública que le permita tener una autoridad moral para que se gane la confianza y credibilidad de los ciudadanos”.

Señaló que la experiencia con el nombramiento de los consejeros actuales fue una muestra de que “mayoritear” en este tipo de asuntos puede tener consecuencias y costos muy elevados, “como lo sucedido en el proceso electoral pasado”.

Hizo un llamado a todas las fuerzas políticas para que “no se aferren” a la designación de una persona en la dirección de los trabajos del IFE, “hay que valorar todas las propuestas y ver cuál es la que logre el mayor consenso”.

Destacó que la aprobación de la Reforma Electoral aún no es insuficiente para alcanzar la reconciliación entre los partidos políticos; sin embargo, señaló ello es un avance para destensar la situación política y social en México.

A su vez, la coordinadora del grupo parlamentario de Alternativa, Marina Arvizu Rivas, precisó que el nuevo presidente del IFE tiene que ser una persona con experiencia en temas electorales, imparcial, con gran confiabilidad política, que sea conciliador y negociador y con visión para responder a los grandes retos que se presentan en los procesos electorales, sobre todo en las elecciones presidenciales.

“No tiene que ser el gran erudito, tan sólo requiere tener características especiales que le permitan tener una relación armónica con los partidos políticos y construir un equilibrio entre poder, ciudadanía, recursos y medios de comunicación en los periodos electorales”, apuntó.

Al ser cuestionada sobre el conflicto de intereses al ser los propios legisladores quienes elijan al Consejo General del IFE, Arvizu Rivas explicó que la ciudadanía otorgó, a través de su voto, la facultad para la toma de decisiones sobre los grandes problemas del país y la búsqueda de soluciones con responsabilidad, además, detalló que la reforma electoral contempla una consulta ciudadana para que presenten sus propuestas en la elección del citado Consejo.

En tanto, el secretario de la Mesa Directiva, Antonio Xavier López Adame (PVEM), consideró que el próximo titular e integrantes del IFE deberán ser personas entregadas al servicio de la sociedad y “no de sí mismo, como se ha visto con el actual consejero presidente del órgano electoral”.

Agregó que el representante del Instituto debe ser una persona independiente y al servicio de los ciudadanos, con criterios claros; por el contrario deben desecharse las propuestas de personajes inexpertos para que organicen campañas presidenciales.

Explicó que el fortalecimiento del IFE debe ser de manera escalonada, y valorarse, de manera “clara”, los nombres de los aspirantes a estos puestos; asimismo, la sociedad debe de participar en la consulta y destacar que los académicos pueden jugar un papel importante en la dirigencia del Instituto.

Por su parte, la diputada Layda Sansores San Román afirmó que es necesaria la reforma y fortalecimiento del Instituto Federal Electoral, debido a la falta de credibilidad que se generó por procesos electorales pasados. “Este cambio sería muy importante para rescatar la vida democrática de México”.

Arguyó que en estos momentos no hay la confianza de los ciudadanos para que se lleve a cabo un proceso electoral, por lo que las reformas son urgentes. “Es necesario hacer una convocatoria ciudadana incluyente, no excluyente. Si a estas reformas no se le da el carácter de ciudadano, seguimos en la misma situación”.

El perfil del representante del IFE, dijo, debe coincidir con el de una persona respetada, con prestigio reconocido por los ciudadanos, no pertenecer a ningún partido político y, con un espíritu de imparcialidad; esto debe ser analizado con “mucho cuidado, por lo que los partidos políticos no son lo más aptos para designarlo”.

RRA / BL / AAP