Palacio Legislativo 03-10-2011 (Notilegis).- El secretario de la Comisión de Desarrollo Metropolitano, Avelino Méndez Rangel, del grupo parlamentario del PRD, se pronunció en contra de la construcción de la autopista denominada “Arco Sur” porque, dijo, dañará la ecología y a los pueblos de las delegaciones Tlalpan, Xochimilco y Milpa Alta.

En conferencia de prensa, el diputado dijo: “las comunidades los pueblos, diputados locales, autoridades del Distrito federal y su servidor nos hemos manifestado en contra de la construcción de esta carretera que dañaría severamente el suelo de conservación del Distrito Federal”.

Méndez Rangel acompañado de representantes comunales de Milpa Alta y Xochimilco, señaló que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) nunca informó sobre la construcción de la autopista denominada “Arco Sur”, ni mucho menos consultó a los legítimos propietarios de las tierras sobre ese proyecto.

Indicó que esta obra viola flagrantemente lo dispuesto en la legislación ambiental del Distrito Federal, como lo que establece la Ley Ambiental, el Programa General de Ordenamiento Ecológico, la Ley de Desarrollo Rural y los Programas de Desarrollo Urbano de las delegaciones por donde pretende pasar esta carretera.

Las delegaciones afectadas serían Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Tlalpan, Xochimilco, y Milpa Alta. “Toda la legislación busca proteger y conservar el suelo de conservación y la carretera pretende realizarse en suelo que tiene categorías más restrictivas: protección ecológica, rescate ecológico y producción rural agroindustrial”, dijo.

Destacó que dicha construcción no cumple con lo establecido en la Constitución que obliga al Estado a proteger los derechos de los pueblos originarios y consultarlos sobre los proyectos que afecten a sus territorios.

También, detalló, no cumple con el Plan Nacional de Desarrollo, que indica que el cuidado de los acuíferos y de las cuencas hidrográficas es fundamental para cubrir las necesidades básicas de la población.

“No respeta el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que obliga al Estado a consultar a los pueblos originarios con el objeto de obtener su consentimiento previo, libre informado, para la realización de este tipo de proyecto”, señaló.

Su construcción, dijo implicaría un golpe mortal a la sustentabilidad de los pueblos mencionados al destruir las zonas de recarga del acuífero, la capacidad de regular la temperatura y de limpiar el aire que respiramos, además de que sería un golpe mortal para la biodiversidad.

ASC