Palacio Legislativo, 07-11-2012 (Notilegis).- Para que las reformas que requiere el país sean efectivas, deben inscribirse en un “Plan Integral”, producto del análisis serio, de fondo y de largo plazo, afirmó el presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Murillo Karam (PRI).

Este plan debe dejar de apostar sólo al mercado externo y volver los ojos hacia el mercado interno, indicó el legislador al participar en la 54 semana de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT).

“La capacidad de compra doméstica nos muestra el crecimiento económico ubicado en donde debe estar: en la suficiencia y bienestar de la población”, agregó en el evento que se llevó a cabo en las instalaciones de un banco en Santa Fe.

También dijo que en este plan se debe diferenciar la temporalidad del programa asistencial para acentuar y fortalecer los programas de desarrollo de mediano plazo, “que deberán eliminar la eventualidad de los programas de emergencia”.

Afirmó que para hablar de las reformas que necesita el país, “entendiendo a plenitud el sentido del término (cambiar la forma, dar otra forma)”, se requiere un diagnóstico correcto de la situación actual y determinar qué se quiere cambiar.

Dijo que de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), México tiene 115 millones de habitantes; 22 millones en condiciones de suficiencia económica o de no vulnerabilidad económica; 6.5 millones en situación de pobreza moderada y 85 millones en condiciones económicas inaceptables o de alta vulnerabilidad.

En 2008 había 48.8 millones entre los más pobres, medidos con las mismas reglas que en 2010 determinaron que la cifra subió a unos 52 millones, agregó.

Si con estas cifras se analiza el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2008 a 2010, con un incremento del gasto público “de más de una cuarta parte, que nos produjo en ese mismo lapso tres millones 200 mil pobres más”.

Murillo Karam aseguró que esta situación genera más frustración, más desesperanza, más inconformidad y rompimiento del tejido social, que en la peor de sus manifestaciones genera mayor inseguridad y más violencia.

“Esto es efecto y causa de todo el demás panorama: inseguridad, rompimiento del tejido social, inconformidad, desesperanza y frustración”, indicó.

“Me hace pensar en lo acertado, por ser tan de sentido común, la simpleza de lo inteligente aplicado en la frase de Albert Einstein: Si quieres resultados diferentes, no repitas lo mismo”, aseguró.

Insistió en que las futuras reformas deben enmarcarse en el “Plan Integral” y mencionó algunas como la reforma que capacite para planificar de largo plazo, ajena a circunstancias temporales, electorales, coyunturales.

También dijo que se requiere “una profunda reforma del ejercicio del Gasto Público y de esta la consecuente Reforma Financiera”.

Del mismo análisis realizado nace la necesidad de la reforma del Federalismo, para darle a los órganos del Estado la funcionalidad y eficiencia que se derive de la correcta visualización de su quehacer y que ubique con precisión responsabilidad y competencias.

Pero “para que estas reformas funcionen, es imprescindible la recomposición del tejido social”, indicó.

Esto, agregó, “nos lleva a otra reforma trascendente que México necesita: el cambio de mentalidad de una sociedad que tiene que tornarse más solidaria, más responsable, más comprometida y mejor preparada para enfrentar los retos del tiempo”.

El presidente de la Cámara de Diputados dijo que esto implica la transformación de raíz de nuestro sistema educativo.

“No hay argumento que valga para posponer esta tarea fundamental e imprescindible para lograr el estado de civilidad, paz, armonía, justicia y oportunidades que merece nuestro futuro”.

Al final de su discurso señaló que “sólo en un pueblo con valores sólidos, con principios cívicos y con identidad solidaria es posible establecer lo que serían las demás reformas, de la única manera en que puede darse en la democracia: con demócratas”.

“Formar demócratas, es también tarea del Estado”, concluyó.

JGM