Joaquín López-Dóriga: Yo creo que Francisco Gil Díaz debería renunciar al cargo al que, legítimamente, aspira y que legalmente aceptó como consejero independiente del Consejo de HSBC Holding. Yo creo que debería renunciar porque tiene todas las prendas para ocupar el cargo, pero tiene un antecedente: Que hasta hace 41 días era secretario de Hacienda de México.

No dudo de la ética, no dudo de la honestidad de Gil Díaz, pero no tenemos por qué, sobre todo él, no tiene por qué poner en riesgo y en juego su honestidad y su ética. Insisto, legalmente tiene todo el derecho a aceptar ese cargo, la ley no lo prohíbe, pero yo creo que lo mejor para Gil Díaz, desde la vertiente de la ética y de la imagen que dejó como secretario de Hacienda, sería decirles: "señores, me equivoque al aceptar, gracias, no puedo, nos vemos dentro de un año".

Esto es muy diferente a lo que hizo Martín Werner, quien siendo subsecretario de Hacienda en el régimen de Zedillo saltó directamente de la Subsecretaría de Hacienda a un puesto ejecutivo en Goldman Sachs, sin otra prevención, se dijo entonces, que la de no tratar asuntos relacionados con México. Algo imposible de monitorear en la intimidad de su escritorio en Nueva York. (Cúpula Empresarial, 6:57, 1’ 34”, mahm).