Benito Nacif, colaborador: Vamos hablar de este intercambio de declaraciones entre el presidente Felipe Calderón y el mandatario venezolano Hugo Chávez, esto que empezó con las intervenciones de Calderón en este Foro Económico en Davós, a las cuales el presidente Calderón respondió casi de forma inmediata.

Creo que el tipo de respuesta que recibió del presidente Chávez demuestra o deja muy claro lo poco edificante que puede resultar entrar en una discusión abierta con Venezuela respecto a temas de políticas públicas, democracia, etcétera.

Calderón hizo dos críticas, una de forma directa, se refirió a las políticas de nacionalización como las emprendidas por Evo Morales con el gas en Bolivia, las del propio Chávez en Venezuela, y Felipe Calderón dijo que este es el tipo de políticas que ahuyentan la inversión privada.

En segundo lugar, se refirió al peligro de las dictaduras personales, e implícitamente estaba criticando los planes del presidente Chávez de permanecer en el poder hasta el 2020.

Calderón hizo los ajustes primero con otras declaraciones en Londres y después con otras declaraciones más al llegar a Madrid, y yo creo que este intercambio de declaraciones nos obliga a reflexionar acerca de nuestra política hacia América Latina.

Un detalle me llamó la atención, en las declaraciones de Davos se dieron en el contexto de un panel en el cual también participó Luiz Inácio Lula da Silva. Algo que a cualquier observador debió haber llamado la atención es que Lula defendió a Chávez particularmente en el tema de los riesgos para las democracias en América Latina, dijo: Chávez ha ganado tres elecciones y las ha ganado bien.

Yo creo que Felipe Calderón debería escoger claramente los pleitos en los que se involucra, qué está de por medio para México en América Latina.

¿Qué queremos conseguir? Me parece que con estas declaraciones que hizo Calderón y después lo que reafirmó, es que México quiere ir a Sudamérica en particular a establecer un diálogo crítico en torno a política económica, pregonar el libre comercio y, sin embargo, la recepción de argumentos presentados por México ha sido muy negativa.

Yo creo que la aspiración implícita que mostró Felipe Calderón de encabezar una especie de bloque anti-populista en América Latina es una aspiración a la que México debe renunciar, porque nuestros intereses están en otro lado y no veo que haya mucho de por medio en este tipo de discusiones y pleitos con los países de América Latina (Ruiz Healy, 07:31, 07´26´´, maga)