Gabriel Quadri comenta sobre las modificaciones a la Ley de Vida Silvestre, sobre todo lo de los manglares. El Congreso aprueba modificaciones a la Ley de Vida Silvestre, una modificación al artículo 60, donde prohíbe categóricamente la remoción, relleno, transplante, poda o cualquier otra actividad que afecte la integralidad del flujo hidrológico del manglar, del ecosistema y de su zona de influencia, de su productividad natural, etc.

Es una prohibición absoluta, esto es algo muy fuerte. Creo estar de acuerdo en una posición estrictamente conservacionista, pero aquí las intenciones no necesariamente van a corresponder con los efectos que pueda tener esta ley. El manglar es un ecosistema que se da en esa interfase entre el mar y la tierra, es un ecosistema muy importante porque ahí se desarrollan, anidan, muchísimas especies, peces, crustáceos, entre otras, además son un refugio natural de muchas especies de aves, reptiles y peces, etc. Protegen las líneas de la costa.

Los manglares han sido devastados por la acuacultura; destruyen el manglar y construyen los estanques. Esta actividad sí debe estar absolutamente prohibida. Esta reforma lo que hace es establecer una veda, y esas han sido nefastas en México, lo único que han provocado es más desforestación. Además gran parte de los manglares son propiedad privada, no se puede prohibir si no está mediada por una indemnización o compra para los dueños, entonces lo que pasará será una serie de juicios administrativos ante lo Contencioso que harán que esta ley no se aplique. Lo que debe hacerse es un programa nacional integral de zonas protegidas (Enfoque, 8:05, 18’ 48”, mahm).