Eduardo Salazar, conductor: Algunos prominentes senadores del PRI, advierten que si el PRI no cambia seguirá atrapado en el pasado.

Marina Núñez, reportera: En medio de la profunda disertación que enfrentan los priístas de ir con “melón y con sandía” senadores de éste partido político coinciden que el reto para la nueva dirigencia nacional será homogeneizar todas las corrientes al interior del partido.

Para empezar, el senador del Revolucionario Institucional, Melquíades Morales, advirtió que el equipo que resulte vencedor deberá proceder a la inclusión de los que se quedaron en el camino de esta elección, pero no sólo a ello sino al resto de los grupos, precisamente, al interior del PRI ya que, advirtió, que ésta renovación del liderazgo nacional es la última oportunidad de los priístas para unificar y enfrentar a las oposiciones.

Mientras que para, el también senador del PRI, José Eduardo Calzada pregunta ¿Y después de la elección qué?

Se responde con la necesidad de que todos los contendientes les quepa la prudencia y se sumen al proyecto del que resulte vencedor ya que confió que su partido haya aprendido por fin la lección, después de dos derrotas a la Presidencia de la República que el PRI unido puede ganar, pero divido sólo puede llevarlo al fracaso.

Por su parte, el también priísta en la cámara alta Pedro Joaquín, afirmó que lo que los priístas ganarán con este proceso de elección es una dirigencia fuerte y legitimada por cerca de 19 mil consejeros, subrayó que esta nueva dirigencia nacional no debe andar con imposiciones porque los tiempos de la línea vertical han sido superados definitivamente, bajo su óptica deberá ser un árbitro en un nuevo contexto democrático.(Imagen 90.5 fm, 14:26, 3 minutos 46 segundos)