José Gutiérrez Vivó, conductor: Como sabemos, cada martes se elabora esta mesa legislativa, con el objetivo de ampliar el panorama político y saber qué hicieron estos días nuestros legisladores. El 27 de abril termino el segundo periodo ordinario de sesiones y se entra en un periodo extraordinario, a lo cual yo creo que deberíamos estar más tiempo sesionando, legislando que en este periodo extraordinario.

Víctor Alarcón Olguín: Creo que nos vamos acercando más a esta posición de que el Congreso, incluso como ocurre en otros países del mundo, pues prácticamente es un congreso permanente literalmente. Yo creo que en un momento la se podría cubrir un tercer periodo ordinario entre los meses de junio o julio y esa nueva reorganización en el Congreso permitiría tener mejores resultados.

José Gutiérrez Vivó: Estaba escuchando el número de meses que si hacemos la cuenta muy rápido, son 12 meses al año, entonces quiere decir que los señores están 7 meses más o menos,al año, sumando los dos periodos ordinarios de sesiones, y los otros meses están en receso; lo cual ya visto en tiempo es para mucha gente como que trabajan la mitad del tiempo, más o menos, ellos, dicen que no, ya lo se.

Ricardo Espinosa Toledo: Creo que el problema es el rezago legislativo, hay una cantidad de iniciativas que se quedan congeladas; y entonces nos enfrentamos al problema de que la legislatura pasada le hereda su rezago a la nueva legislatura, que entonces hereda un costo legislativo y un costo político. Ahora la pregunta sería si ¿Más tiempo de sesiones ordinarias resuelve el problema de fondo? Yo creo que es más bien un problema de compromiso por parte de los grupos parlamentarios. Todavía no estamos en un momento en el que las comisiones funcionen bien y de manera eficaz

José Gutiérrez Vivó: Se dice que hay muchas comisiones y que muchas son inútiles

Ricardo Espinosa Toledo: Además un legislador está en más de tres comisiones

Miguel Ángel Eraña: Yo creo que el hecho de que trabajen hoy de 6 a 7 meses, es muy notoriamente muy distinto a lo que trabajaban en 1991 que eran 2 o 3 meses al año; eso se compensa con el diseño del sistema político, en medida que el epicentro estaba en la Presidencia, no tenía que estar el Congreso con tantas sesiones y trabajo. Yo no estoy tan de acuerdo con que aumentar de manera inmediata o extender los periodos ordinarios signifique más funcionalidad y más eficacia por parte del Congreso. A mi me parece que si aumentamos más el periodo de sesiones estaríamos apuntándole un sistema parlamentario.(Monitor José Gutiérrez Vivó, 10:25, duración 45:30´´, ys, 8-05-2