Carlos Santoyo, reportero: Tremendo escándalo se armó en el Aeropuerto de la Ciudad de Mérida, cuando tres legisladores del PRD se identificaron como tales, sacaron la charola, y aparte de que venía “como placa de camión” –atrás del avión y también ‘hasta tras’ en copas–, pues por su culpa estuvimos atorados en el Aeropuerto de Mérida más de una hora, nos tuvieron qué desalojar del avión y luego la Policía Federal Preventiva tuvo qué bajarlos, no sabemos en qué términos pero a final de cuentas una hora o casi hora y media después despegó el avión. Los diputados lo primero que dijeron es que “no nos pueden bajar porque tenemos fuero”.

Conductor: Deveras que ¡es una vergüenza! Estos diputados: Mario Mendoza, Isidro Pedraza y Martín Zepeda, quienes en estado de ebriedad impidieron que despegara un avión y luego gritaban: “a mí no pueden bajar porque tengo fuero”. ¡Son una ver-guen-za! ¿Tú (Carlos Santoyo, reportero) tienes toda la crónica, verdad? Porque estaban delante de ti.

Reportero: Así es, los teníamos aquí cerquita y por su culpa llegamos tarde a la cita que teníamos. También leí el adelanto en (el periódico) Milenio, hace un adelanto Pancho Garfias.

¿Y la boquita que tienen, verdad?

Reportero: En efecto ¡la boquita que tienen! Ya no digamos los insultos, esos los podríamos pasar, pero lo que a todos ofendió y a muchos de los que estábamos como pasajeros –muy clásico de ellos– “soy diputado, tengo fuero”. El fuero parece ser que irá con otra credencial más: la de alcohólico.

Conductor: …Y la impunidad. Y luego nos ‘revientan’: “a un legislador no se le puede reconvenir”. No los podrán reconvenir ellos, (pero) la sociedad tiene todo el derecho de hacerlo ¿o qué, tampoco los podemos reconvenir por presentarse en estado de e-brie-dad? Además viajando y bebiendo a costillas del erario. (Radio Fórmula, López Dóriga, 13:40, duración 2’, 22/05/07, reoc)