José Pablo Coello, colaborador: Está claro que a Andrés Manuel López Obrador no le gusta perder, lo demostró en julio del año pasado cuando pasó de los diez puntos de ventaja en las encuestas al millón y medio de votos sobre Felipe Calderón Hinojosa, a los votos desaparecidos, pasando por el fraude cibernético y el fraude a la antigüita, para terminar mandando al diablo a las instituciones.

Y aunque muchos lo tiren de loco, el tabasqueño por lo pronto ya ganó una batalla y terminó, más allá del destino de los consejeros, dañando irremediablemente al IFE; ahora va por el Congreso, incitando a los legisladores del Frente Amplio Progresista a tomar la Tribuna si los votos una vez más no favorecen sus proyectos

Lo grave es que ni González Garza ni nadie se atreve a desobedecerlo, y están dispuestos a todo sin importarles ni su futuro político ni el de las instituciones que siguen pisoteando en el camino (Eduardo Ruiz Healy, 7:14, 1’44”, 11-09-2007)