Joaquín López-Dóriga, colaborador: Desde su días de jefe de Gobierno del Distrito Federal Andrés Manuel López Obrador estableció una intensa, por llamarle de algún modo, relación con los más importantes desarrolladores urbanos a los que les permitió la violación de todo el proyecto y toda la norma urbana, estableciendo una de las expresiones más escandalosas de corrupción urbana, bueno esto fue retribuido por algunos de ellos con aportaciones financieras para su campaña presidencial seguros como estaban de que López Obrador sería el próximo presidente de México, sólo recuerde aquella foto de registro de López Obrador en el IFE con todos los desarrolladores, la mayoría de ellos sentados en primera fila

Entre los más cercanos de López Obrador estaba uno de los hombres más ricos de México, Isaac Saba rendido a sus encantos y a su proyecto presidencial, de los que a la derrota buscaría como desmarcarse para acercarse al presidente ganador, Felipe Calderón, comentó lo de Isaac Saba porque su hermano y su sobrino quisieron comprar Aeroméxico y no pudieron, perdieron ante el fideicomiso que encabeza José Luis Barraza y del que forma parte Banamex, lo que enfureció a AMLO diciendo que había sido una trampa y yo le pregunto a AMLO ¿de verdad crees que hubiera sido lo mejor para Aeroméxico que se lo quedara Moisés Saba? y en recuerdo de aquella cercanía de campaña le hubiera dado AMLO la bendición a los Saba, esa es una respuesta que no ha dado.
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