Pablo Hiriart, colaborador: La nueva legislación electoral que preparan senadores y diputados tiene aristas regresivas, como se ha dicho ya de manera documentada y hasta el cansancio.

Estas aristas regresivas surgen del enojo de los partidos y de actores políticos, en una parte, contra medios de comunicación. Y el hígado cuando sustituye al cerebro suele ofrecer resultados políticos desastrosos. El pelito entre medios de comunicación y políticos por la legislación que se prepara, es un pleito perfectamente prescindible.

La reforma no perdería nada si se quitan palabras amenazantes que dan pie a la intromisión del Estado en los contenidos de los noticieros. Ganaría, y mucho, si se quita esa figura ominosa del contralor impuesto por la Cámara de Diputados al Instituto Federal Electoral.

El conjunto de novedades positivas que trae el COFIPE deslucen ante los cambios que evidencian el espíritu vengativo que los animan. Los medios de comunicación han cometido excesos sin duda, pero a ello no se puede responder con excesos regulatorios de parte del Poder Legislativo.

El diputado Eduardo Sánchez adelantó el viernes que el PRI no va a votar a favor de aquellos artículos que son atentatorios de la libertad de expresión. En hora buena por la decisión, pero falta saber si es verdad, y la cumplen,

Faltó también, que alguien defienda al IFE de la macana con que lo quieren golpear diputados y senadores, el contralor que le van a imponer —una figura que no hay en ninguna otra institución autónoma— ese contralor es producto de una revancha de los partidos contra el IFE por las multas que le ha impuesto, y para asegurarse, multas muy pequeñas y carpetazo, ante el rebase delos topes de campaña en que incurrieron en la elección del 2006.

El argumento que los legisladores esgrimen para meter su mano en el contenido de los programas de los medios de comunicación, es que en otros países democráticos las reglas en la materia son mucho más restrictivas. Sí, hay caso que sí lo es, como lo muestra el caso de las disposiciones de la Ley electoral en Brasil. Pero esa es la ley brasileña, y sólo demuestra que allá los partidos se despacharon con al cuchara grande ¿Eso lo hace más democráticos? Creo que no.

Por último, esa legislación es problema de los brasileños, que se dejaron. Aquí no deben pasar esas aristas autoritarias y vengativas que demeritan una Reforma Electoral, que sin duda tiene avances positivos. Duración: 03´02”, gh/m