Alejandro Murat, colaborador: Crónica de una muerte anunciada, es como debería definirse al circo que durante más de tres semanas han desplegado los perredistas, por fin su Comisión Técnica Electoral declaró lo que se veía venir desde el inicio de su proceso, incapacidad para elegir a su nuevo dirigente. Pero ¿por qué es esto preocupante? primero porque muestra la fragilidad del sistema de partidos, en donde todavía prevalece en ciertos partidos, como es el caso del PRD, la definición de los hombres por encima de la ley o la normatividad que los regula, porque cuando no se respetan los procesos no se puede esperar que se respeten las instituciones, preocupante porque la base de la democracia se funde en el respeto de las diferencias y la construcción de las coincidencias.

Preocupante porque si entre compañeros no hay respeto es difícil pensar que pueda haber un respeto por la ciudadanía, preocupante porque cuando un partido no se puede poner de acuerdo es difícil pensar que pueda organizarse en torno a los temas de la agenda nacional, preocupante porque existe un claro doble discurso, por un lado exigen democracia y por el otro lado dan corrupción, porque no son las ideas y las propuestas las que prevalecieron en este debate, sino la necesidad de lograr el poder por el poder.

Sin duda el PRD ha reprobado las elecciones, para ellos serán tiempos de definición y de reflexión, porque tendrán que decidir, como lo han hecho ya los mexicanos, en un país que proponga construcción y no destrucción, que privilegie los acuerdos y no la polarización y que privilegie, claramente, dirimir las diferencias por la vía institucional y no la toma de calles, el PRD tendrá que definir si le quiere apostar al futuro o una vez más al regreso por el pasado. Duración 2’47”nbsg/m