El resultado de la elección de la dirigencia del PRD que dejó a Jesús Zambrano y Dolores Padierna en la Presidencia y en la Secretaría General, respectivamente, no beneficia a ninguno de los aspirantes de ese partido a la Presidencia de la República, toda vez que resultó más desunido.

Consideró lo anterior el periodista y analista político Francisco Garfias, quien reveló que de acuerdo con fuentes consultadas, hubo, previo a la elección una serie de negociaciones entre los grupos Nueva Izquierda e Izquierda Democrática para alcanzar una dirigencia de consenso, lo cual, al final y como se ha visto no se ha alcanzado.

A pregunta expresa en el espacio de Oscar Mario Beteta, sobre quién sale mejor beneficiado con la designación de la actual dirigencia, el analista comentó que hasta el momento ninguno de los dos aspirantes visibles; Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador, toda vez que contrario a lo que se pretendía la dirigencia no ha logrado unificar las posturas al interior.

Mencionó el caso de la postura de ambas corrientes en el Estado de México, que mientras Nueva Izquierda apoya las alianzas, el G-8 o los llamados "obradoristas", se niegan rotundamente a aceptar la fórmula con el PAN y han advertido que la evitarán a toda costa.

El periodista dijo que la apuesta de Marcelo Ebrard era que en la dirigencia nacional quedara Armando Ríos Piter, pero al parecer hubo negociaciones con René Bejarano y Dolores Padierna y se acordó que fuera esta última a la Secretaría general.

"Pero no sólo ahí fue el vuelco, la gente de IDN tenía negociado con el G8 que iban a votar en primera ronda y después se salían, para lograr que Zambrano no lograra los dos tercios", agregó.

A pregunta expresa sobre quien se fortalece con esa postura, el analista comentó que "ni Marcelo ni Andrés Manuel lo logran, en esta estrategia evidentemente no salen las cosas como buscan y más que darle un giro a la izquierda, el que pierde es el partido y los candidatos ante la fractura". ys/m.