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Ricardo Rocha
azteca13
00:00:00 | 2013.02.27
Entrevista a Francisco Arroyo Vieyra: La presidencia del PRI y la situación en México en materia de seguridad y finanzas
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Ricardo Rocha, conductor, RR: Qué tal, qué bueno que están con nosotros en otro Reporte 13.

En esta ocasión para hablar con Francisco Arroyo Vieyra, quien es el presidente de la Mesa Directiva en la Cámara de Diputados y a quien le agradezco que nos reciba para esta conversación.

Francisco Arroyo, presidente de la Cámara de Diputaos, FA: Y lo hago con un enorme gusto, Ricardo.

RR: Presidente, todos sabemos, es una obviedad que el PRI ganó la Presidencia en el 2012, pero dime: ¿fue un triunfo más?

FA: No, no fue un triunfo más. En la actualidad y con la normalidad democrática y la sociedad tan demandante que tenemos, los políticos podemos ganar elecciones, pero nos legitimamos en el cargo a lo largo de las acciones del propio ejercicio.

Esto es de repente: sí, la sociedad nos da la confianza, pero a lo largo de los meses la sociedad nos va viendo como sus legítimos gobernantes.

El presidente Peña, por ejemplo, gana la elección pero sabe que la política no es la mismas, que no podemos nosotros restaurar el anciano régimen porque la sociedad es muy demandante, porque no te tolera políticos altaneros, porque no te tolera políticos que no pasen el alcoholímetro, porque no te tolera políticos que quieran meter la mano al cajón y ser deshonestos.

Entonces la política ya es un ejercicio muy distinto, mucho más profesional. Ahora, si tienes una idea buena la prensa y la sociedad te lo reivindica, pero si eres limitado –intelectualmente hablando– también te exhibes y te exhibes muy rápido.
RR: Pero, ¿qué quiere decir, que ha cambiado la esencia de la política o ha cambiado la forma o las formas de hacer política?

FA: Ha cambiado la sociedad. La sociedad quería cierta restauración de algunas formas en la Presidencia de la República y creo que el presidente lo está haciendo, o sea, que el presidente demostrara su fortaleza, su autoridad, que demostrara que tiene energía, que tiene disciplina.

De repente, ¿qué te diré?, esta aura de poder presidencial es buena para la sociedad mexicana, porque la tenemos desde los tlatoanis y los virreyes, y en el México contemporáneo los caudillos del siglo XIX y los presidentes del siglo XX.
Entonces la sociedad quería eso: un presidente fuerte, pero sin que se metiera de más ni en el Poder Legislativo ni en el Judicial.

RR: Pero, ¿no se corren riesgos de asembrar el presidencialismo a ultranza?
FA: No, porque el presidente sabe que, repito, que la sociedad es otra. Esto es:
En estos 12 años que no estuvimos en el Poder, una nueva generación llegó al Padrón Electoral, la generación de los medios electrónicos de comunicación, la del Twitter, la del Facebook, chavos que vienen con una gran carga de adrenalina, pero también viene con una gran carga de… ¿qué te diré?, desmoralidad ante la realidad que viven, porque estamos sacando gentes del ITAM, y del Tec, y de la Ibero, y de la UNAM, y del Poli, muy preparados pero que van a la nada porque no hay trabajo.

Entonces, el Gobierno se dedicó en todo este tiempo a tener finanzas públicas sanas, pero ahora necesitamos crecer para que esos chavos lleguen a la actividad productiva y se puedan desarrollar.

RR: Entonces, ¿cómo entender ahora la relación de fuerzas entre el presidente –decías “un presidente más fuerte”–, los otros poderes, pero particularmente el Congreso, más particularmente la Cámara de Diputados, donde no tienen una mayoría, y específicamente con sus bancadas, las bancadas del PRI en ambas cámaras, pero particularmente en la de Diputados, insisto?

FA: A ver, curiosamente no tenemos mayoría en la de diputados, pero las cosas fluyen, porque hay diálogo, porque el coordinador, el líder de la bancada es un político muy avezado que hilvana muy bien los acuerdos, que estos me llegan a la mesa…

RR: Hablas de Manlio Fabio Beltrones…
FA: Hablo de Manlio, evidentemente, que es un personaje con un peso específico amplio en la Cámara de Diputados. Y el presidente de la República nos manda también los asuntos también ya medio cocidos.

RR: O sea, ¿el presidente manda en la Cámara de Diputados?

FA: El presidente nos manda a la Cámara de Diputados, verbigracia, el Paquete Fiscal ya medio cocido. Esto, es: ya nos mandan los platillos ya perfectamente condimentados; el secretario del ramo habla con los grupos; el secretario de Gobernación hace su chamba, los secretarios de los distintos ramos. Y eso nos facilita mucho las cosas, porque ya el 50% del camino está ya recorrido.

El presidente de la República es el líder del partido, eso que ni qué. Es mi compañero y es mi correligionario y los escucho. ¡Sólo eso me faltaba! Es un líder muy importante que nos hacía falta, pero el presidente sabe que la segunda parte de las cosas se procesan en la cámara.

Fíjate, el presidente ha entendido que regularmente enriquecemos sus propuestas.

RR: Pero a ver, en tu caso te toca un papel muy delicado: por una parte eres un hombre de partido, de tu partido el PRI, también eres un hombre del presidente en el sentido de aceptar su liderazgo, nos decías, es el líder natural del PRI.

FA: Y es mi amigo.

RR: Pero también eres un hombre de instituciones, entonces tienes que jugar tu papel como presidente de la Mesa Directiva…

FA: Sí.

RR: Y también facilitar el trabajo… Sí, gobernar, pero también facilitar el trabajo, consensuar, incluso entiendo servir también a los otros diputados de los toros partidos.

¿Cómo logras este balance, este equilibrio?

FA: Rompiendo esta vieja inercia de cuotizar (sic) la presidencia de la Cámara. La presidencia de la Cámara no tiene que ser un año para un partido, otro, otro, y otro para otro o para otros; el presidente de la Cámara es un poco el spiker; el presidente de la Cámara es el menos partidista de los partidistas.

En el ejercicio de la presidencia uno no debe tener color, y en el ejercicio de la presidencia de la Cámara de Diputados tiene que servirle a sus 499 pares por igual.

Es cierto, somos pares y a lo mejor hay primos pares; los coordinadores de los grupos y el presidente de la Cámara, pero el presidente de la Cámara como presidente de la conferencia entre los coordinadores, tiene que estar más allá de los apetitos de partido y tiene que premiar o castigar a los partidos, según el reglamento.

Esto yo lo he tratado de hacer a pie juntillas, porque si no lo hago así el respetable, la asamblea me abuchea, y cuando algún diputado me falta al respeto, que me lo ha faltado, pues el resto de la Cámara me defiende; y si yo no tengo autoridad moral, derivado de mi conducta como presidente de la Cámara, es imposible conducirlo.

RR: Ahora bien, hemos hablado hasta ahorita de las formas, pero ¿qué del fondo? ¿Qué de la materia? ¿Qué se dirime? ¿Qué se legisla?

Si te parece hablamos de esto luego de una pausa.

FA: Encantado.

(CORTE)

RR: Ahora bien, ¿cómo ves tú a México desde la presidencia de la Cámara de Diputados, éste México de 60 millones de pobres, de 20 millones hambrientos?

Hacer rato hablabas en tu primera o segunda respuesta, hablabas de los jóvenes sin esperanza, seis millones de “ninis”, pues, y ocho millones al menos de desocupados, de gente que no tiene trabajo para ganarse la vida todos los días.

Un México también donde muy pocos tienen mucho y muchos no tienen nada, o tienen muy poco, o muy desigual este México.

FA: En estos últimos 24 años el Gobierno se ha dedicado a tener un balance casi exacto en las finanzas públicas, y llegamos inclusive a la perfección de tener un presupuesto totalmente equilibrado, esto es con déficit cero o sin déficit.

RR: Pero “¡qué maravilla!”, te van a decir los pobres.

¬FA: Bueno, “qué maravilla” porque con eso no se come.

RR: Sí.

FA: Con fianzas públicas sanas no se come.

Ahora, ¿cuál es el reto? El reto es crecer. Nada más que si vamos a crecer para engordarle la panza a los monopolios, esto es: si vamos a crecer para que la renta que deviene del libre comercio, de las finanzas públicas sanas, de las exportaciones, de las maquiladoras, ¿va a para enriquecer a los grandes monopolios? Entonces no vamos a servir para nada.

En la Cámara el presidente de su…del propio cuerpo colegiado tiene que ver porque la libertad individual de los legisladores se equilibre muy bien con la disciplina que les imponen sus coordinadores, porque si no la Cámara es ingobernable.

Y me puedo yo meter en cuestiones de forma, casi nunca de fondo. Sin embargo, la semana pasada, en un discurso yo le decía a mis pares en la Cámara, que si no vamos a legislar para crecer y que esa renta que deviene del crecimiento sea democrática, esto es fortalecer la clase media y matizar la cifra de los pobres, entonces el trabajo de la Cámara no va a servir para nada; si vamos nosotros a crecer para que las grandes corporaciones, para que los grandes capitostes se enriquezcan, entonces no vamos a ir a ningún lado.

Recientemente estuve en Perú con mis homólogos de Chile, de Colombia y de Perú, y platicábamos respecto de eso. Esto es: ¿cuál es el secreto, cuál es la magia? Reactivar el mercado interno, reactivar el mercado interno y fortalecer el poder adquisitivo del salario. Si no logramos eso entonces de bien poquito nos va a servir todo lo que en estos últimos 24 años hemos hecho. ¡Veinticuatro!

RR: Pero, diputado, el problema es que nadie se atreve a tocar ni siquiera con el pétalo de un lápiz o de una goma, el tótem del modelo económico. Seguimos siendo una eficacísima fábrica de pobres y el modelo ya no da, pero parece que nadie está dispuesto a hacer cambios importantes para revertir esta situación, para fortalecer el mercado interno, para generar empleos, para elevar, como hicieron en China, el nivel de ingreso de la gente para que la gente salga y compre, y eso le va bien a todos.

FA: Evidentemente. Bueno, Perú está…Fíjate, Perú con un Gobierno de “utltraizquierda”, está creciendo al 6.5%; lo que quiere decir que aquí nada mal nos haría reactivar el mercado interno para que la gente pueda ir a consumir.
RR: ¿Tú le tienes miedo al término es de darle por lo menos un apretón de tuercas al modelo económico?

FA: De ninguna manera. Yo creo que el camino va por ahí, y yo creo que a nuestros vecinos en el norte les conviene que en México tengamos un mercado interno mucho más activo. Ellos tienen que entenderlo, porque si no la amenaza para su seguridad nacional es terrible.

Este es un asunto de ganar-ganar. A ver, yo creo que ya culminamos nuestra… nuestro periplo de… ¿qué te diré?, de un capitalismo a la mexicana con la Reforma Laboral. Creo que no podemos y no debemos llegar a más en cuanto a reformas en materia laboral.

Creo que ahora le entramos a un aspecto muy delicado cuando promulgamos la Reforma Educativa. Ahora vamos a la reglamentaria y esta evidentemente nos va a costar mucho trabajo.

Pero luego viene telecomunicaciones, y luego vendrá la Energética, y luego vendrá la Hacendaria, y luego vendrán otras que tienen que ver con que la Seguridad Social tenga finanzas sanas equilibradas, con que en los hospitales del Seguro Social y del ISSSTE existan medicinas, con que la industria farmacéutica no sea tan voraz, tenemos las medicinas más caras de Latinoamérica, una medicina de patente en México te cuesta el doble que una medicina de patente en Venezuela, y algo estamos haciendo mal al respecto. Y como esa vamos a tener que hacer muchas otras cosas.

A ver, nos vamos a atrever o nos echan, eh. Digo, si no nos atrevemos vamos a llegar al colmo del desprestigio y del borde del abismo de la generación de grupos de autodefensa, y de cómo en Argentina, que la sociedad nos vea en la calle y nos diga “’¡que se larguen todos!”.

RR: Sí, sí, sí, así lo decían.

FA: A ver, pero yo estoy consciente.

RR: Yo estuve ahí, eh. Y “¡que se vayan todos!”.

FA: “Que se vayan todos”.

RR: Se refieren al presidente, ¿no?

FA: No, no. A todos.

RR: A todos.

FA: A todos.

RR: Bueno, pero se quedarán los diputados. No; todos.

FA: Todos s van.

RR: Decían “hasta los elevadoristas de los edificios públicos”.

FA: ¡Todos!

RR: Del presidente pa´ abajo.

FA: Bueno, a ver…

RR: A ver.

FA: Ahora a mí me da mucho gusto, porque por cuestiones protocolares tengo mucho contacto con el presidente de la República. Lo ves optimista, lo ves de buen humor, lo ves energético…

RR: A ver…

FA: Lo ves escuchando…

RR: Él prometió un cambio con rumo para esto…

FA: ¡Ahí va, ahí va!

RR: Y, ¿tú crees que está decidido a hacer historia realmente?

FA: Mira, yo lo veo muy en serio.

RR: Porque es una pena que tanto presidentes y nos acordamos de muy pocos como grandes presidentes. La mayoría son muy cuestionables.

FA: Mira, la sociedad se acuerda de los artistas de la época. Aquí se van a… digo, de ciertas épocas se van a acordar de José Alfredo y no de quién era el presidente cuando compuso Amanecí otra vez. O sea, se van a acordar de los artistas de su momento.

El presidente yo creo que va a pasar a la Historia como alguien que no viene a la restauración de un viejo régimen, aunque de repente lo veamos en actos que parecería que nos meten un poco al pasado…

RR: O al túnel del tiempo.

FA: Al túnel del tiempo.

RR: Bueno, ahí lo dejamos.

FA: Ahí lo dejamos, ahí lo dejamos. ¿Para qué nos metemos en conflicto?

Pero de repente también lo ves firmando el Decreto de la Reforma Educativa, o lo ves en los hechos diciéndole a los sindicatos que tienen que entrarle al cambio no sólo generacional sino al cambio de que tenemos que ser mucho más productivos en lo que hacemos.

Pero los diputados no estamos exentos, nosotros también nos tienen que medir con la misma vara, tenemos que ser menos, tenemos que ser más eficientes. No podemos charolear y no podemos andar haciendo babosadas.

RR: Ahora, hablabas haces dos respuestas, mencionaste la palabra seguridad, desde luego en un sentido social…

FA: Evidentemente.

RR: Hablemos también de la otra seguridad o de la inseguridad. Hablemos del miedo de la incertidumbre. Nos vamos a resignar a cien mil víctimas entre 70 mil muertos y 27 desaparecidos.

FA: Fíjate nada más, parece que este ishu de la historia de cada cien años en México se volvió a cumplir; porque cada cien años hemos tenido una sociedad desangrada de una manera muy cruel y en este 2010 y 2011 y 2012 lo vivimos, y en una partecita de lo que va del 13.

Pero entonces, ¿qué tenemos que hacer? Pues decirle a la delincuencia que estar fuera de la ley en México es mal negocio, y que si se vienen a la parte formal pues puede ser buen negocio. Si tenemos una sociedad en donde el 97% de los delitos no es castigado, pues es buen negocio la impunidad en México.

RR: Sí, la impunidad.

FA: Luego, entonces, pues ahora tenemos que ver, apretar las tuercas de tal surte de tener proceso penales muy ágiles y pues mucha gente que más que estar en la cárcel pues no vaya al ilícito. Es como cuando las políticas de salud van a curar la diabetes y no están previniendo la obesidad.

RR: Hablemos de lo que es posible, si te parece…

FA: Encantado.

RR: Ya que hemos intentado diagnosticar toda la situación en este país en un esfuerzo de síntesis que yo mucho te agradezco…

FA: Encantado.

RR: Vamos a una pausa y hablemos un poco de lo que hay que hacer, ¿sí?

FA: Encantado.

(CORTE)

RR: En este afán de, primero de reconocer con justeza, con seriedad el diagnóstico de la situación del país y luego proponer los cómos, ¿cuál sería el papel del propio presidente, qué liderazgo requerimos de él o estamos esperando de él, de los otros actores políticos importantes, del Congreso, los partidos políticos y el propio aporte de la Cámara de Diputados que tú encabezas?

Y, ¿qué papel, jugaría en todo esto el Pacto por México, que es un nuevo actor que está jugando de manera importante y con el que no contábamos, o por lo menos no preveíamos que iba a estar presente ahí en la vida nacional…?

FA: Pero…

¬RR: Un actor colectivo, sí, lo entendemos, pero es un actor.

FA: Pero felizmente fíjate que está, porque de repente, ¿qué te diré?, la política es como la teoría de los conjuntos: son dos grandes círculos y de repente se juntan en un espacio que es sombreado. Ese es el Pacto por México.

O sea, el presidente ha tenido que ceder en algunas de las posiciones de su Gobierno para darle cabida a una parte, por cierto, de la izquierda, no a toda. Y ceder en otro para que también venga la derecha. De tal suerte de que ahí van las cosas.

Y fíjate que los aportes de la izquierda son muy razonables; y los aportes de la derecha pues también. Estamos en un país, Ricardo, sobrediagnosticado: todo mundo sabemos qué; muy poca gente nos dice cómo. Y la magia del Pacto por México es que nos está enviando a la Cámara de Diputados iniciativas, esto es:
Ya prácticamente proyectos redactado que vienen en una parte muy importante consensados, porque de repente pues dicen: “A ver, pues ¡órale!, vamos a hacer esto”. “Está bien, ¿y qué redacta, mano?”.

RR: Pero, ¿qué significa esto, que el Pacto por México va a ser una aduana obligada y ustedes ya no van a poder hacer nada más revisar?

FA: No, porque finalmente nosotros tenemos la decisión, pero sí de esa aduana –que no es obligada; que es opcional– nos llegan las cosas, repito, ya muy trabajadas, en la Cámara tenemos mucha mayor facilidad para sacarlas. ¿Por qué? Porque en principio tenemos los votos asegurados. Entonces, pues eso es muy bueno.

¿Qué tenemos que hacer? Y te lo digo de manera muy rápida:

Energía a precios mucho más razonables para reactivar el campo y para reactivar nuestra planta productiva que se arrasó durante los últimos 12 años, porque estuvimos importando inflaciones bajas metiendo a los supermercados productos baratos, fundamentalmente de oriente. Entonces, bajar el precio de la energía, de tal suerte de reactivar nuestra planta productiva.

RR: Una Reforma Energética.

FA: Una Reforma Energética que es fundamental. Mientras tengamos los precios de la luz en este país al precio que lo tengamos, no va a haber campo posible.
Esa energía más barata que nos sirva para reactivar nuestra petroquímica. Nuestra petroquímica está arrasada y necesitamos volver a la petroquímica para tener fertilizantes y para que los derivados del petróleo se puedan transformar.
RR: Hubo un tiempo en que hasta exportábamos.

FA: Pero y se acabó.

RR: Y ya no tenemos fertilizantes.

FA: Se acabó. Fue… Pero además, si ustedes de repente, fíjate, “no pases por Salamanca”, pues yo sí paso por Salamanca…

RR: Es tu tierra.

FA: Porque voy de camino a ver a mi familia cada fin de semana, religiosamente. Y quiero decirles que paso por Salamanca y hay un enorme mechero que tiene una flama enorme que está las 24 horas del día y yo digo: bueno, ¿y esa energía no la pudiésemos transformar en energético? Pues vieras que no, porque tenemos plantas de refinación de los años 50, que contaminan, que utilizan combustóleo para generar electricidad.

Vamos a una carrera de Fórmula 1 con un Fordicto 50, ¡y eso no es posible!
RR: Ya nos hablaste de la Reforma Educativa, de la Reforma Energética. Se habla también, mencionabas un poquito lo de la Reforma Hacendaria, no sé si en eso se inscribiera esta obsesión particular, lo confieso, de una apretada a las tuercas del modelo económico, pero eso implicaría también un asunto muy espinoso para ustedes los priistas, que es el aumento del IVA.

FA: A ver, si nosotros vamos a legislar con complejos no vamos a ir a ningún lado. La Reforma Hacendaria ideal es aquella que trae a los informales a la formalidad.
Y, ¿cómo le hacemos? ¿Qué, a todo mundo le ponemos un contador para que aprendan esta forma tan complicada de pagar impuestos en este país o gravas al consumo? ¡Pues es gravar el consumo! A lo mejor no todo, a lo mejor con canastas exentas.

Si esto va a revivir a la parte más radical y estridente de la izquierda, bueno, pues a lo mejor es un ciclo. ¿Nos tenemos que arriesgar? Bueno, a lo mejor. ¿No queremos entrarle al IVA? Entonces, ¿cómo le hacemos para que lo que ahorita no se paga de IVA se pague?

Entonces hay varias maneras de meter…

RR: Pero, ¿ya lo tienen decido o tú hablas de un ánimo constructivo de discusión?
FA: A ver…

RR: De entrar, cuando dices de entrar.

FA: Yo creo que es una parte.

A ver, yo no sé, porque los técnicos son muy buenos en esto y yo no lo soy tanto, porque no soy un técnico hacendario, pero sin embargo los diputados tenemos que ser un poco todólogos porque de repente te toca votar lo mismo una cosa de fertilizantes que una cosa de productos milagro en comercios medicinales, de herbolaria.

Bueno, ¿yo qué creo que tendremos que hacer? Desaparecer el IETU, matizar el Impuesto Sobre la Renta, facilitar el pago de los impuestos, alazar mediantes indicadores de medición de cumplimiento de obligaciones fiscales endurecer las auditorías, que quien no pague impuestos tenga una pena ejemplar, y traer a más y más y más a la formalidad.

Bueno, si yo quiero un jugo de naranjas sin pagar IVA, pues voy y lo exprimo; si quiero pagar IVA por un jugo de naranja voy y lo tomo de un anaquel de supermercado y lo paso por la máquina y me va a cobrar IVA. Punto. Si quiero una medicina que pague IVA pues es una que no está en el cuadro de los que te prescriben los médicos; una que te prescribe un médico pues no tiene IVA. Punto, ya.

RR: Este espacio, Francisco Arroyo Vieyra, se va a quedar abierto siempre, y lo sabes…

FA: Encantado.

RR: Para que también por iniciativa tuya nos hagas llegar la posibilidad de volver a hablar, pero por ahora el tiempo empieza a agotársenos.

Sin embargo, déjame retomar algo que tú dijiste al principio también, cuando dijiste que no podían seguir con las mismas prácticas porque eso era perder a la gente, supongo perder los votos, de fallarle a la ciudadanía, y con frecuencia nosotros los ciudadanos tenemos la impresión de que los políticos trabajan más por los intereses de su partido o por sus propios intereses que por los intereses de la gente llamada “de a pie”.

¿Tú crees que estamos tiempo de reivindicar la política en este país?
FA: Mira, yo tengo 22 años de legislador ininterrumpidos, y tengo que regresar a mi base que es La Cañada, que es la ciudad de Guanajuato, que es mi estado, el estado de Guanajuato. A veces a hacer campaña estatal y a veces a hacer campaña distrital, a que me renueven la confianza.

Y yo les he dicho que la lealtad al partido pasa por la lealtad al electorado. Si mi partido me dice una cosa y mi electorado me dice otra, pues ¿qué crees? Le voy a hacer caso a mi electorado. Afortunadamente hasta ahorita no se ha dado el caso.
Y lo que estamos haciendo en la Asamblea Nacional del PRI es que no exista divorcio entre lo que te dice el electorado y lo que te dice el partido.

Es cierto, hay alguna materia en la que yo no le puedo preguntar a mi electorado, fíjate, desde el inicio de los tiempos, desde “Juan sin Tierra”, nunca le preguntes al electorado respecto de la política fiscal, porque es un tema odiosos y es un tema… pues es como si le preguntas tú a un niño si le vas a poner un inyección y pues jamás va a querer, pero luego es por su bien.

Por eso la democracia representativa me obliga a mí a tomar ciertas determinaciones en nombre de la colectividad.

Pero sí, yo creo que no hay problema, y en la medida en que la cultura política de los ciudadanos no se quede en recibir una despensa, un bulto de cemento o un atado de láminas, y se vea más por quién es el personaje por el que vamos a votar, yo creo que está sociedad va a ser mejor.

RR: Algo más que quieras puntualizar y que no te pregunté, para quienes nos están viendo y escuchando y que tal vez se pregunten para sí mismos “¡híjole!, ¿y ahora por qué sí…?”.

FA: Me voy a ver muy barbero…

RR: “¿Por qué sí, por qué sí?”.

FA: Me voy a ver muy barbero, pero es un honor estar con Ricardo Rocha en su programa. Es un honor.
RR: Francisco Arroyo Vieyra, gracias…

FA: Encantado.

RR: ¬Gracias por estar con nosotros. Este espacio, insisto, se queda abierto y hasta muy pronto.

FA: Encantado.

RR: Gracias.

Y así llegamos al final. Muchas gracias, gracias a ustedes por su atención, por su compañía, pero sobre todo lo que siempre más agradecemos es su confianza. Aquí están nuestras vías de contacto para que se mantengan en comunicación con nosotros y nos hagan llegar sus sugerencias, sus críticas siempre bienvenidas, sus inquietudes.

Y yo los espero la próxima semana. Gracias de nuevo al diputado Arroyo Vieyra…
FA: Encantado.

RR: Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.

Los espero la próxima semana en otro Reporte 13. Hasta entonces; hasta siempre. Duración 26’44’’, nbsg/m.

 
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