Luego de que la diputada federal de la bancada del Movimiento Ciudadano (MC), Aida Valencia, denunciara que al realizar gestiones en el municipio de San Agustín Loxicha, Oaxaca, el presidente municipal, Flavio Pérez Pérez, ordenó a la policía local agredirla, encañonándola mientras demandaba la entrega de recursos para pobladores del lugar, la Cámara de Diputados expresó su indignación por los hechos e inició las gestiones correspondientes para salvaguardar las garantías y el fuero de la integrante de la LXII Legislatura.
Ante la petición reiterada de diputados de todos los partidos para que la Cámara hiciera el pronunciamiento respectivo, el Presidente de la Mesa Directiva, Francisco Arroyo informó que también se estableció contacto con el gobernador Gabino Cué, para que intervenga y tome las previsiones que haya a lugar.
En respuesta, la diputada de izquierda agradeció las muestras de solidaridad de sus compañeros en la Cámara y dijo que en los momentos en que fue víctima de los policías locales, “se le atravesó el peor de los pensamientos”; sin embargo, anunció que seguirá luchando y defendiendo a los ciudadanos de su natal Oaxaca.
Minutos antes de que el diputado Arroyo Vieyra diera trámite al reclamo de los legisladores, el presidente en turno, el panista José González Morfín, cedió la palabra a un sinnúmero de diputados que expresaron su condena a los hechos y su solidaridad con la diputada Valencia Ramírez.
En ese marco, el petista Manuel Huerta demandó que el fuero de los diputados no se restrinja, porque frente a agresiones como la sufrida por su compañera, dicho mecanismo de protección podría no ser suficiente.
La perredista Verónica Juárez, se solidarizó con la diputada Valencia, condenó las acciones en su contra y sentenció que no importa quienes gobiernen o su signo político, pues todo acto que violente los derechos de las mujeres y ciudadanos en general, debe ser repudiado por el Congreso.
El diputado del MC, Alfonso Durazo llamó a la Mesa Directiva de San Lázaro a no abordar el tema de manera burocrática ni “batearlo”, porque no es asunto menor que policías apunten con sus armas a quienes plantean demandas sociales.
Incluso, Durazo Montaño recordó que cuando se presentó la polémica por la minifalda de la diputada del PRD, Crystal Tovar, la Mesa Directiva de inmediato fijó postura y expresó su enérgica condena.
La perredista Eva Diego hizo eco al planteamiento del diputado Durazo, al demandar que la situación se tome con la seriedad necesaria y se garanticen los derechos de todos los legisladores. También exhortó a los diputados del PRI y de todas las bancadas, a no “arropar” a presidentes municipales “caciquiles” que violentan los derechos.
La panista Beatriz Zavala dijo que ningún congresista puede tolerar lo ocurrido a su compañera de curul y lamentó que la violencia en la política también tenga aspectos de género.
La diputada del Partido Verde, María del Rosario Pariente Gavito también reprobó los hechos, calificó como reprobable la actitud del munícipe y le ofreció a la legisladora agredida que su bancada estará pendiente y dará seguimiento a su caso. “No está sola y cuenta con los hombres y mujeres de la Cámara”, comprometió.
La legisladora del Partido Nueva Alianza (PANAL), Dora María Talamante Lemas, externó su indignación por lo ocurrido y expresó el respaldo de sus compañeros a la solicitud para que la Mesa Directiva vele por su integridad.
La perredista Gloria Bautista advirtió que si a una diputada federal se dio el trato denunciado por exigir el cumplimiento de los derechos de los pobladores del municipio señalado, algo peor les espera a los ciudadanos. También pidió no eliminar el fuero, para que los parlamentarios no queden desprotegidos.
El coordinador del MC, Ricardo Monreal, indicó que ante tratos crueles contra las mujeres, debe haber un pronunciamiento ejemplar del Congreso de la Unión. ys/m.