El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general, por 414 votos a favor, 8 abstenciones y 50 votos en contra, el dictamen de la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones.
Alrededor de las 04:00 de la madrugada y tras rechazar todas las reservas planteadas, el ordenamiento se aprobó en lo particular, por 393 votos a favor y 58 contra.
Lo avalado, será turnará al Senado de la República para continuar con el proceso legislativo, informó el presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, Francisco Arroyo Vieyra.
Luego de que los coordinadores parlamentarios de las principales bancadas, PRI, PAN, PRD y Partido Verde, terminaran de “planchar” las distintas reservas, y un largo día de negociaciones bilaterales a puerta cerrada, sin que se decretara receso en la sesión que inició a las 11:30 de la mañana, los legisladores fijaron postura, posiciones a favor y en contra y plantearon cerca de 90 reservas.
En ese inter, avalaron a mano alzada, en votación económica y sin debate ni explicación, las propuestas de cambios de la Junta Directiva de la Comisión de Puntos Constitucionales, que integra las 18 propuestas negociadas en corto entre los líderes de las principales bancadas y que incluyen temas como el “must carry-must offer”.
Cuando el diputado del PRI, Héctor Gutiérrez, fijaba la postura de su partido, tres jóvenes del movimiento #Yo Soy 132, extendieron una manta que a la letra decía: “Vine por una reforma que regule monopolios, no simulaciones” y a grito de “fuera Televisa, fuera Televisa”, provocaron la molestia del presidente de la Mesa Directiva, Francisco Arroyo, que amagó con retirarlos del salón.
Ante el reclamo de la diputada de Movimiento Ciudadano (MC), Luisa María Alcalde, que se inconformó con la advertencia a los jóvenes, el presidente Arroyo hizo del conocimiento de la asamblea, que ella pidió el acceso de los activistas, y por tanto, debería estar consciente de sus invitados tendrían que guardar orden en la sala.
Posteriormente, los jóvenes estudiantes Alfredo Lecona y Valeria Hamel, lamentaron que la reforma haya sido negociada a escondidas, para favorecer monopolios como el de Televisa y aunque reconocieron que se integró el acceso a internet de banda ancha para más ciudadanos, reclamaron que la sociedad civil fuera excluida.
En medio de la discusión, tampoco faltaron los diputados que, a más de 12 horas de estancia en el salón de Plenos, comenzaron a sentir los efectos de la jornada. Mientras unos enviaban a sus asistentes a conseguir medicamentos para los dolores de estómago, de cabeza y de espalda, la perredista Rosario Merlín, de Oaxaca, de plano se desvaneció, fue sacada del lugar en camilla y trasladada al Servicio Médico, donde el doctor en turno, le explicó que estaba deshidratada, descompensada, presentaba un cuadro de diarrea y debía ser trasladada a un hospital para una mejor valoración.
Antes, al fundamentar el proyecto, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales de San Lázaro, el perredista Julio César Moreno, sin mencionar al empresario Carlos Slim, destacó que con la reforma, quedará claro que los mexicanos no pueden ser rehenes de empresarios y que México no es “territorio” de ninguna telefónica.
Al alabar la reforma, Moreno Rivera subrayó que esta brindará mejores servicios a mejor costo, son cambios “de gran calado” producto de un gran consenso entre las fuerzas políticas, apuntó.
Dijo que entre sus principales elementos, están los ajustes al artículo 6 constitucional que reconocen ampliamente la libertad de expresión, el acceso a internet a más ciudadanos, la creación de los órganos reguladores autónomos de Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL) y la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECOE), que entre otras tareas, permitirán democratizar los medios.
Habló del principio de reciprocidad en inversión extranjera en radiodifusión, las dos nuevas cadenas de televisión abierta, la competencia equilibrada entre concesionarios de televisión abierta y restringida y las sanciones a conductas monopólicas.
Sin éxito, los diputados del Partido del Trabajo (PT), Manuel Huerta, y de Movimiento Ciudadano (MC), Ricardo Mejía, presentaron mociones suspensivas, tras considerar que la reforma abre la puerta a la privatización de los bienes nacionales al permitir el 100 por ciento de inversión extranjera directa en televisión y comunicación satelital.
Subrayaron que la dictaminación tuvo fallas de procedimiento serias, como el hecho de que las reservas no se analizaron en la comisión dictaminadora, sino en una instancia no autorizada, como una mesa de acuerdos privada; así como la integración de puntos fundamentales de fondo en artículos transitorios.
Mejía Berdeja acusó que el dictamen haya sido fruto del mecanismo “meta constitucional” como el Pacto por México y aún más, en San Lázaro se haya hecho un “Pactito por México” donde se negocia “en lo oscurito”.
“¿Cuál es el burdo regateo?, que si Carlos Slim, que si Emilio Azcárraga. “¿Y dónde está la ciudadanía?”, cuestionó, tras lamentar el desaseo en la dictaminación. “Es un juego arreglado, a Slim le permitirán invertir en televisión y a (Emilio) Azcárraga en telefonía, es el mismo tablero y entregan el patrimonio a manos extranjeras”, denostó.
El coordinador del Movimiento Ciudadano (MC), Ricardo Monreal, volvió a reconocer avances en el proyecto, pero anunció su voto en contra, porque sus autores rechazaron tomar en cuenta a la sociedad civil, grupos como el #Yo Soy 132 y comunidades indígenas.
Criticó que no se establezca claramente el mecanismo para entrega de concesiones, que los órganos autónomos no vayan a ser tales, que se concentren poderes en el IFETEL, que los salarios de sus miembros sean insultantes y prácticamente se avale la “traición a la patria” con la apertura al 100 por ciento a la inversión extranjera en televisión. “¿Con quién negociaron, a quién le entregaron el país?, inquirió.
En respuesta, el líder parlamentario del PAN, Luis Alberto Villarreal, aclaró que bajo ningún pretexto se pretende vender al país.
Monreal Ávila reviró al ofrecer que apoyaría la reforma, si se admitía la propuesta de restringir a 49 por ciento la inversión extranjera en TV abierta y vía satélite, y se integraba la cláusula de reciprocidad. La propuesta no tuvo eco.
El diputado de Movimiento Ciudadano, Alfonso Durazo, fue más claro al recriminar que las “fracciones” no parlamentarias de Carlos Slim y de Emilio Azcárraga, lograran mostrar que son mayores incluso que la bancada del PRI y eso, recalcó, “es una pena para legisladores y decepción para mexicanos”.
“Este no es un Congreso responsable, es agachón y quieren dejar la Constitución como colcha navideña, llena de parches”, lamentó.
Por el Partido Verde, el presidente de la Comisión de Radio y Televisión, Federico González Luna, dijo que de ninguna manera el documento se negoció con el interés de lanzar dardos venenosos al enemigo, y por tanto, la reforma no debe ser de la venganza ni del odio, ni de filias ni fobias, porque se trata, defendió, de un cambio audaz que permitirá contar con órganos reguladores fuertes.
Los ejes de la reforma es la sana competencia, libre competencia y la cobertura de internet en el país, abundó.
La petista Lilia Aguilar, advirtió la necesidad de explicar a los ciudadanos que la reforma tardó tantas horas en subir al Pleno, porque en la Cámara estuvieron presentes “agitadores políticos y económicos”, que legislaron una reforma que “ni 10 diputados” conocen
Con ese tipo de acuerdos, remarcó Aguilar Gil, la Cámara de Diputados pasó de “oficialía de partes” a ser un “validador ciego” no del Pacto por México, sino de intereses particulares que devalúan la tarea de los legisladores.
En contraparte, la diputada del PRD, Purificación Carpinteyro celebró por completo los acuerdos que permitirán a México dar el gran paso que necesita, estar a la altura de la ciudadanía, de establecer los cimientos de estructura fundamental.
Tras preguntar a los presentes “¿quién puede estar contra el progreso?”, se dijo convencida de que habrá más inversión en redes que terminarán con el rezago en ese renglón, se abrirán nuevos espacios en televisión e iniciará el proceso para contar con una cadena pública con contenidos de calidad, espacio a nuevas voces ciudadanas.
Festinó que se garantice la libertad de expresión, el acceso a nuevas tecnologías, que haya una política de inclusión digital universal y se finquen las bases de los organismos autónomos que habrán de velar por el cumplimiento de la ley y si esto no se cumple, incluso podrán “partir monopolios”.
Enfática, Carpinteyro Calderón negó que con la inversión extranjera en telecomunicaciones al 100 por ciento, se privatice el país o se venda la patria. La reforma no tiene nombre ni apellido, no va contra nadie, es para el desarrollo y estará orgullosa de haber votado a favor, finalizó.
El panista Juan Pablo Adame, recordó que en el pasado el PRI fue mezquino para sacar los cambios a discusión, pero el PAN no repetirá ese esquema.
Como ventajas, enfatizó que habrá más competencia, dos nuevas cadenas de TV, una nueva cadena pública, derecho a internet y banda ancha, más calidad y mejores precios en telefonía móvil, más libertad de expresión en la red y un rechazo tajante a mecanismos de censura como SOPA y ACTA.
El vicecoordinador jurídico del PRI, Héctor Gutiérrez, acusado un día antes de maniobrar la reforma para favorecer a Televisa, destacó como ejes rectores de la misma, la justicia especializada y la acción antimonopolios.
Advirtió que en los cambios al artículo 8 transitorio, en materia de “must carry-must offer”, lo que no se permitirá será el “fraude a la ley” y la simulación al a Constitución. Queda claro que aquel que simule a través de terceros será sancionado con la pérdida de la concesión, y “no es un decir”, sentenció.
En cuanto pronunció dichas palabras, los visitantes del #Yo Soy 132, extendieron su manta y lanzaron el “fuera televisa”, “fuera televisa”, que hizo enrojecer al diputado Gutiérrez de la Garza.
Una vez que el presidente de la Mesa Directiva amagó con dar la orden de retirarlos del área de invitados, el legislador del PRI dijo ser de los que aceptan la crítica, incluso “la que no construye”.
Igual que Carpinteyro, se declaró orgulloso por formar parte de un Congreso reformador, “que no viene a la Tribuna con valentonadas ni descalificaciones”.
Acto seguido, la Mesa Directiva dio paso a la presentación de las más de 90 reservas enlistadas por diputados principalmente de izquierda y del PAN, mismas que conforme subían a la tribuna, fueron rechazadas. ys/m.