Joaquín López-Dóriga comenta: El presidente Vicente Fox termina su gobierno, le faltan tres semanas a partir de hoy, de un modo que yo creo que ni él hubiera querido, ni nosotros los mexicanos hubiéramos deseado; lo termina con una confrontación con el Poder Legislativo, directamente con la Cámara de Diputados, por la negativa de dejarlo viajar a este tour de la despedida a Australia y Vietnam.

El presidente Fox está en su derecho de viajar al extranjero siempre y cuando cumpla el requisito constitucional de que el Congreso le autorice salir del país; el Congreso está en su derecho de autorizarle o no ese viaje, lo que me parece fuera de cuadro es la reacción del Presidente de la República cuando su compromiso, desde la toma de posesión, era que él propondría y el Congreso dispondría. El propuso hacer este viaje y el Congreso dispuso que no lo hiciera, entonces le quedaba acatar esa decisión. La reacción, me parece sobredimensionada y me parece que no es propia de la relación que debería existir entre el Ejecutivo y el Legislativo, pero que sí llega a retratar lo que fue a lo largo de este gobierno la relación, o mejor dicho la no relación entre un poder y otro: el del presidente Fox y el Congreso mexicano (Cúpula Empresarial, 6:27, 1' 40", mahm).