Joaquín López-Dóriga comentó: Si el relevo de los presidentes en México es difícil, el de sus esposas puede ser nuclear, como ocurrió en la entrega-recepción de la señora Marissa Aguirre de Ruiz Cortínez y Eva Sámano de López Mateos, que nunca se mudó a Los Pinos, pero el rompimiento fue frontal, como se repetiría el movimiento entre la misma Eva y doña Guadalupe Borja de Díaz Ordaz, seis años después, que nunca se pudieron ver ni en pintura.

El choque de doña Esther Zuno de Echeverría y doña Carmen Romano de López Portillo fue épico, como marcado fue el que tuvo doña Carmen con doña Paloma de la Madrid. En el actual relevo, las esposas de los presidentes saliente y entrante ya no tienen nada de qué hablar, nada, le entregaron a Margarita la cabaña presidencial que les había pedido a los Fox, que se mudaron a unos pasos, cruzaron un camino a la otra cabaña, en la que vivieron sus hijas, los Fox dejarán, como habían dicho y se confirmó esa cabaña, dejarán Los Pinos el último día. Esta, la de las esposas, es la relación más difícil, lo que no quiere decir que sea más suave la de sus maridos, los presidentes (Cúpula Empresarial, 6:59, 1’ 37”, mahm).