Leopoldo Mendívil: José Murat confío en que repetiría como Gobernador de Oaxaca, claro, mediante un personero que fungiría como representante personal, avalado por una elección y toda la cosa. Así sucedió. Murat no sólo tuvo mayoría de diputados sino también numerosos funcionarios que dejó como herencia. Pero llegó el momento en que Ulises Ruiz decidiópintar su raya, despidió y hasta fincó responsabilidades penales a algunos de los muratistas corridos, y además ordenó el cese de las mesadas a una caterva de líderes sociales que habían vivido sexenio tras sexenio de las arcas estatales.

Pero por abril o marzo del año pasado Ulises Ruiz recibió una llamada de Murat para pedirle un favor, que reconsiderara la ayuda que recibía del Gobierno. Ruiz le dio las razones diciendo que no se puede dar marcha atrás, te agradeceré que se los digas, del otro lado de la línea contestó “Dícelos tú, que yo no soy tu gato”. Así sucedió el rompimiento Murat-Ruiz. Y el inicio de la venganza de Murat contra Ulises.

Recuerda el apoyo económico que Murat estaba dando al movimiento Appista, pero luego vino el proceso electoral federal, terrorífico para el PRI en Oaxaca. Fue una jugada de dos meses. Ahora recetaba a Madrazo una derrota rotunda, tanto al candidato federal como a los candidatos locales. Elba Esther Gordillo manejó el voto de los maestros para que apoyaran la candidatura de Calderón, en la segunda mesa, Murat hizo que los maestros y sus simpatizantes apoyaran a AMLO,y así se vengó de Madrazo.

Las cosas para Murat son más complicadas, recuerda los casi 93 mil millones de pesos de recursos para gasto social que el Gobierno Federal canalizó al gobierno de Murat y al de Ulises, y nunca se supo cuál fue el destino. Las auditorías prosiguen y el gobernador va a tener muchas respuestas que dar. (Cúpula Empresarial, 7:15, 4’ 55”, mahm).