Joaquín López Dóriga
RadioFormulaCadenaNacional
16:21:00 | 2007.02.21
Entrevista telefónica con Horacio Garza, diputado víctima de un atentado
entrevista 21.WMA 141,48 kB

Conductor: Le agradezco mucho al diputado Horacio Garza Garza, herido antesdeayer en Nuevo Laredo, que salvó su vida de milagro, diputado primero le aprecio mucho que me haya contestado el teléfono. Buenas tardes, ¿cómo está usted? ¿cómo sigue?

HG: Buenas tardes licenciado, muy bien de ánimo y de salud, la libramos, estuvimos a un punto, a un milímetro de que entrara mal la bala, una de las balas que tengo alojadas –tengo dos– a la yugular y allí nos hubiéramos quedado ¿verdad? Perdí como dos litros de sangre, yo pensé honestamente que iba morir, pero milagrosamente nos salvamos, el chofer desgraciadamente murió y eso me duele mucho, que en esta guerra cruel de los narcotraficantes se lleven vidas de inocentes ¿verdad? Que no tienen nada qué ver con eso, finalmente esto es la política y asumen su responsabilidad y el riesgo que eso conlleva, pues ya sabe uno lo que puede esperar de esto, pero gente inocente como él pues es lo que da coraje.

Conductor: Usted, técnicamente debería estar muerto, le dieron tres tiros.

HG: Sí, todos cerca de partes vitales: en el cuello, en el hombro, cerca de la columna, cerca de la yugular, cerca de las carótidas, y allí estamos, es un milagro de Dios que estamos vivos, honestamente, pero cuando estábamos allí pues pensamos con resignación que nos íbamos a morir. Yo estuve 15 minutos pidiendo raid, porque no llegaban patrullas ni ambulancias, ni agentes, porque tenían miedo, saben lo que está ocurriendo en Nuevo Laredo y no quieren compromiso.

Pero finalmente una familia piadosa, me dieron un raid, me conocieron y les pedí que dejaran a 15 ó 20 metros de una clínica para que no se comprometieran también ellos, y llegué por mi pie a una clínica, allí me atendieron, me taponearon y me trajeron a México.

Conductor: A ver, a ver, o sea que usted estuvo 15 minutos tirado y nadie lo atendió, ni una ambulancia ninguna ambulancia ni un cuerpo policíaco ¿nadie?

HG: No estuve tirado, yo cuando ví que mi chofer murió instantáneamente…,

Conductor: A ver, cuéntenos desde el principio, usted venía de dónde, se sube a su coche y ¿qué pasa?

HG: Yo venía de mi casa hacia el aeropuerto, porque el lunes tenía que venirme para acá, porque el martes teníamos sesión del Congreso y a un kilómetro de llegar al aeropuerto, hay un alto, enfrenamos y allí se nos cerraron y en tres o cuatro segundos nos dispararon 10 ó 12 balazos, no sé cuántos y yo nomás oí las ráfagas y sentí los golpes, mi chofer cayó y cuando ví que soltó el freno y nos fuimos contra un tráiler supe que estaba muerto, oí su exhalación, entonces ya no vi a los sicarios, ellos se van inmediatamente.

Yo traté de ver si tenía signos de vida, pero ya no. Me bajo yo y dije “voy a salvar mi vida”, mi amigo y mi chofer ya está muerto y me puse a pedir raid, parado, ensangrentado de la chamarra, pantalón, zapatos, calcetines y nadie…, todos volteaban para otro lado porque no quieren compromisos, yo lo entiendo. A un señor que me auxilió, pues me subí, me llevó unos 50 metros y allí me dijo: “no, bájese, porque me va a comprometer”, pues si me estoy muriendo necesita darme un raid, “no, no, no”, y me bajó y pues yo entendí, luego pasó una señora joven con su madre y me dice “don Horacio súbase” y me subí y me dejaron a unos 15 metros de una clínica y llegué por mi pie y allí ya me atendieron.

Conductor: Qué siente en ese momento…, cómo siente los impactos un hombre, una persona, que iban por usted, iban a matarlo.

HG: Sí, allí no iban a asustarme, iban a matarme, todos me tiraron a las partes principales, no me tiraron…, todos están en ese sentido, los impactos ninguno está en la puerta o en la polvera. Iban a matarme y no a mi chofer que nada tiene, un pobre trabajador humilde que prestaba servicios conmigo, no era contra él, era contra mí. No era un susto, era una ejecución y bueno pues entonces nos salvamos de milagro.

Conductor: Ahora ¿por qué querrían matarlo? ¿sería parte de una reacción al operativo? ¿querían mandar un mensaje? ¿por qué querrían matarlo a usted, diputado Garza Garza

HG: Yo he sido dos veces alcalde: en Nuevo Laredo…

Conductor: O sea, ¿ha sobrevivido dos veces a la alcaldía de Nuevo Laredo?

HG: Lo suficiente, he combatido. Yo he establecido una línea de acción, yo no combato al narcotráfico porque no soy autoridad, pero si los narcotraficantes se meten a meter ciudadanos de mi pueblo, porque yo soy bajo su responsabilidad, yo tengo que atacarlos y así lo hice siempre. Yo creo que es un rescoldo de todo ello, más esos mensajes que quieren dar de valentía y de que no le temen a nadie.

Yo allí he sido dos veces alcalde y tres veces diputados, obviamente soy la persona más popular, nadie ha ganado tantas elecciones en Nuevo Laredo como yo, nadie, ni en Tamaulipas; bueno, pos eso no les importa o precisamente eso les importa para decir: aquí está, será muy conocido y será muy lo que quieran, pero aquí nosotros somos los que mandamos y somos 50 ó 100 gentes, no sé cuántos, pero están por encima de 500 mil gentes que son un pueblo que quiere trabajar y que quiere aportar a la economía de la nación, que está sometida por un grupo de sicarios y de maleantes.

Conductor: Bien, entonces, finalmente, usted llegue por su propio pie como dice, a la Clínica y allí ¿qué pasa?

HG: Allí yo nunca perdí el conocimiento, llego y me atienden en la Clínica de Especialidades de Nuevo Laredo, me taponean nada más por que no quieren…, no tienen equipo para atenderme, piden una ambulancia, llega la ambulancia, afortunadamente la (inaudible) ofreció, la Secretaría de Gobernación ofreció, la Cámara de Diputados ofreció un avión, y bueno el gobernador consiguió en Saltillo un avión-ambulancia y me trajeron hasta acá, al DF, y aquí me atendieron y me canalizaron, me dijeron que no podían sacar ninguna de las dos balas, que tengo tres, una bala que entró y salió y dos que quedaron alojadas y simplemente van a dejar que se encapsulen y una que estuvo a punto de matarme y que milagrosamente no sucedió nada, perdí mucha sangre, yo sentí… dije “me voy a morir, estoy seguro que me voy a morir, pero quiero cuando menos hacer la lucha” ¿verdad? Porque sentía yo que…,

El momento más angustioso fue esos 15 minutos pidiendo raid, parado bañado en sangre y que nadie le haga caso a uno, en donde todo mundo lo conoce ¿verdad? Pero lo entiendo también el temor que se le tienen a esos grupos de delincuentes.

Conductor: ¿A quién le rezó?

(cambio de casete)

HG: fue una realidad donde la muerte está a la vuelta de la esquina, pero yo no soy héroe ni mártir, entonces pues sí trata uno de salvar su vida ¿verdad? Y quien anda no en esto tiene uno que asumir los riesgos y vive uno en la cobardía, pues no sale uno de su casa ni juega ninguna elección, y si ello tengo la responsabilidad que me dejó el pueblo pues tengo qué seguir luchando por ellos, lo que me pidan y en esa lucha pues pisa uno callos e incomoda a gentes ¿verdad? Y eso es lo que produce todo esto.

Conductor: Bueno, pero una cosa es asumir riesgos y otra cosa es que el riesgo sea ser ejecutado por el crimen organizado.

HG: Pues desgraciadamente eso es, ellos…, uno lucha, uno gana votos, uno hace esfuerzos, y ellos tienen las armas y el poder ¿verdad? Yo no tengo ni una pistolita ni un guarura, traía un pobre chofer que me lo mataron y es todo ¿verdad? Porque uno cree, que, bueno, pues que…, y nunca he aceptado guaruras porque si me ponen 10 ellos son 100 y si yo traigo carro blindado ellos traen bazuca, o sea tienen mucho poder, pero lo dijo Calderón y lo hemos dicho muchos: ellos no pueden ser más poderosos que el Gobierno, lo que pasa es que son poderosos por la complacencia de muchos gobiernos.

Conductor: ¿Ya ha recibido alguna llamada, por ejemplo del Presidente?

HG: A través de un intermediario: de Manuel Minjarez, un diputado, este…, sí, y que pronto lo veremos; el secretario de Gobernación, el secretario de Hacienda; estuvieron aquí ayer, este…, pues Emilio Gamboa y Jorge Zermeño, muchos gobernadores y tengo mucho respaldo, sí, de parte de ellos, y esperamos que ojalá que la sangre derramada mía y de mi chofer y de muchas gentes sirva para cambiar las cosas, yo creo que no merecemos ningún pueblo, estar sometidos por grupos de delincuentes.

Conductor: O sea ¿tiene usted dos balas que se van a quedar allí?

HG: Sí, que se queden es mejor que tratar de sacarlas porque pueden afectar partes vitales y entonces las consecuencias son más graves, allí se van a quedar y esperar que se encapsulen y se asimilen por el organismo y convivir con ellas.

Conductor: Diputado Garza, yo le mando un abrazo, que se mejore, la libró usted, pero…, ¡por lo pelos! ¿eh?

HG: Así es, honestamente yo pensé que ya me había tocado y bueno pues es el riesgo que todos corremos, pero afortunadamente aquí estamos y con la misma energía y con el mismo ánimo ¿eh? Para seguir luchando, porque ya nada nos puede amedrentar, creo que es una responsabilidad de todos erradicar ese cáncer que afecta a México y que no merecemos los mexicanos, estar sometidos por grupos de delincuentes por muy poderosos que sean, por encima de los intereses de la nación.

Conductor: Ahora, lo que es cierto, es que su vida era una hasta el domingo y otra a partir del domingo ¿eh? Ya nada va a ser igual

HG: Ya nada es igual, pero eso no nos va a detener en nada, porque yo creo que todos tenemos algo qué aportar, poquito o mucho, pero si la gente, el pueblo, nos ve con valor y no nos ve cobardes ni que nos echemos atrás, pues es una luz de esperanza para todos ellos de que alguien saque la cara y la casta, aunque sea en forma humilde y modesta, pero creo que esa es una actitud que debe uno mandarle al pueblo para que haya un rayo de esperanza sobre la vida democrática y ciudadana y de paz y tranquilidad que merecemos.

Conductor: Bueno diputado, hablaremos por la noche y le mando un abrazo, que esté muy bien.

HG: Muchas gracias, un abrazo, y muchas gracias licenciado López Dóriga.

Conductor: ¡Y felicidades! ¿eh?

HG: Muy amable

Conductor: Digo, dentro de todo felicidades, porque pues podemos estar hablando después de todo.

HG: Muchas gracias.

Conductor: Que esté muy bien, que se mejore, gracias diputado Garza Garza, desde el hospital, pues la libró por un “pelín”, vamos, porque como me decía un especialista: técnicamente tenía que estar muerto, porque fueron a eso y éstos no fallan y ya no se lo comenté a él: ¿por qué era la urgencia de trasladarlo a la ciudad de México? Porque son por decenas las historias en Tamaulipas en donde en el improbable caso de que la víctima de un atentado no muera, han ido al hospital a rematarlo. Por eso lo trajeron de inmediato. (Radio Fórmula, López Dóriga, 14:38, duración , 21/02/07, reoc)

H. Cámara de Diputados Coordinación de Comunicación Social