Joaquín López Dóriga: Las revelaciones del gobernador Humberto Moreira han provocado la ira del panismo que en un primer momento quedó como pasmado, dejando ver lo que le cuesta responder y cuando lo hace además de tarde lo hace mal. El domingo hizo la primera declaración Moreira, el lunes aquí la ratificó en medio del silencio panista y no se diga la del presidente Fox, que hasta ahora no ha fijado su posición.

Tuvo que llegar el martes para que Carlos Abascal, por su parte, Santiago Creel por la suya yJorge Zermeño por el presente y los agravios del pasado, se fueran contra el Gobernador con una serie de descalificaciones: “Cobarde”, “irresponsable”, “mentiroso, y de amenazas juicios político y penal exigiéndole que probara su dicho, esa fue la estrategia marcada, no por el presidente Calderón, que no intervino, sino por Manuel Espino, a través del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, quien decidió que serían sus legisladores los que contestarían por el ex presidente, no Salazar, del CEN panista y menos Fox, del que Espino se ha declarado su protector. Y está bien que lo hayan acordado, está bien que sea la estrategia, pero al acuerdo, a la estrategia y a la decisión, habría de seguir la eficacia política y no ha sido el caso, la verdad cuánto tiempo, cuánta desgracia y qué pobre respuesta (Ruiz Healy, 6:12, 1’ 41”, mahm