Luis Liñero, socio del despacho Deloitte, habló de la reforma fiscal presentada por Felipe Calderón: El tema que vemos es el costo del impuesto del CETU, es un impuesto que se trata que sea complementario, se habla de que sea de control. No es un impuesto de control, es un impuesto recaudatorio, esto impactará la inversión.

Pensamos en un primer motivo, por si a la tasa efectiva de impuestos que pague una empresa, ya sea porque pague ISR o porque pague el CETU, es más alta de lo que hoy por hoy se viene cubriendo, pues los inversionistas al tomar sus decisiones pensarán si invierten en México o si no invierten en México.

Los impuestos son claramente un elemento en la toma de decisiones, no el único, pero si voy a pagar un punto porcentual o dos más o tres, o voy a contar un una utilidad dos, tres puntos porcentuales menores porque invierto en México, pues entonces hay otros países donde yo pueda invertir.

Otro elemento que es quizá de ajuste a la propuesta, es que de entrar en vigor como está presentada, no reconoce que hay empresas que todavía en este 2007 hubieran invertido, por ejemplo, una empresa que hoy por hoy esté construyendo una planta, esa planta invirtió en maquinaria, edificios, etcétera y no hay en la propuesta una regla transitoria que diga, "estas deducciones que estás tomando ahora, de alguna manera te van a servir para determinar tu base en el CETU".

Otro tema es la restricción que hay para deducir financiamiento, por un lado se reconoce la Ley del Impuesto Sobre la Renta como válido, que una empresa se puede endeudar hasta tres veces su capital es algo común, y el CETU en directo dice "estos gastos no son deducibles"(Eduardo Ruiz Healy, 8:29, 7’27”, 28-06-2007)