Conductor: Resulta que el terreno sobre el cual se ubica esta nueva maravilla del mundo, es propiedad de un particular de nombre Hans Ties Barbachán: “pues la verdad, ser dueño de Chichén Itzá es un legado familiar, no es una sensación personal.

Conductor: ¿Cómo llega hasta sus manos?

–“Por medio de donación de mi abuelo, quien lo recibe en herencia de su padre, porque lo compró mi bisabuelo.

Conductor: ¿Cuánto le costó?

–“No sé, estamos hablando de finales de la década de los 20’s y principios de los 30’s.

Conductor. ¿Sirve de algo ser dueño de Chichén Itzá?

–“No, el predio, por obvias razones está limitado de lo que uno pueda hacer, comercialmente no es un bien que tenga una función para mí”.

Conductor: ¿Tiene algún privilegio, puede entrar, salir, subir a las pirámides?”.

–“No, ningún privilegio”.

Conductor: Las voces que se oponen a este nombramiento no se han hecho esperar, pues arqueólogos del Sindicato del Instituto Nacional de Antropología e Historia, advirtieron que la afluencia se elevará y que puede provocar graves daños en su estructura. El secretario general, Julio Franco, considera que no se apeló a criterios internacionales.

Conductor: El secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, afirma que se aprovechará la designación para atraer al turismo: “Creo que no hay que dejar caer la “cresta de la ola”, hay que aprovechar este sping que sin duda será después de haber recibido este reconocimiento que sin duda es favorable para México y sería una tontería no aprovecharlo”. (Hoy por hoy, Loret de Mola, 13:03, duración 3’, 09/07/07, reoc)