Joaquín López-Dóriga, colaborador: He mencionado que la irrupción el domingo en la Catedral de un grupo de seguidores de Andrés Manuel López Obrador, que se desprendió del mitin en el Zócalo, ha llevado al PRD al peor conflicto con la iglesia católica, al PRD y al mismo AMLO y su movimiento, esto llevó al cierre de la Catedral, a un intercambio de acusaciones y a un deslinde del perredismo a través de su secretario general, José Guadalupe Acosta Naranjo y de Izquierda Unida, de Jesús Ortega y luego del mismo AMLO.
Se dio también un enfrentamiento entre Rosario Ibarra y el presidente de los abogados católicos, Armando Martínez, quien la responsabilizó de la irrupción y ella a él de acusarla de violenta. El punto es que todos buscaron deslindarse y nadie ha asumido su parte de responsabilidad, que la tienen, las autoridades de la Catedral si en verdad alteraron el llamado a misa; los organizadores del mitin por no controlar la conducta de los suyos y doña Rosario Ibarra, que si bien no dijo lo que dijo para que invadieran la Catedral, si dijo lo que dijo y provocó de alguna manera lo que los violentos entendieron, ya es tiempo de que en este país de los deslindes cada quien asuma sus dichos, sus hechos, sus vivencias y que asuman también el riesgo que representa tomar un micrófono en una plaza en la que haya intención o no, se tiene que asumir la responsabilidad de lo que ahí se diga, porque si el domingo fue en la Catedral, ¿qué sigue? no lo sé, pero eso sí se que volverán a deslindarse. Duración: 01’:27” a.l/m