Alfonso Zarate, colaborador: Me parece que en primer lugar la reforma judicial aunque no está considerada entre las llamadas reformas estructurales es realmente de la mayor importancia, hay que decir que la responsabilidad primaria de un Estado es precisamente garantizar la integridad física y el patrimonio de los habitantes de su país.
En el caso mexicano creo que el tema de la inseguridad es el tema que ocupa el más alto nivel de preocupación de los mexicanos y desde luego también es relevante señalar que a lo largo de muchos años el tema de la seguridad pública era un tema marginal, esta un tema menor, y quizás a partir de los últimos 25 o 30 años empezó a convertirse en el gran tema de la agenda y eso tuvo que ver en gran medida con los niveles de corrupción de las autoridades policíacas ministeriales, de los propios jueces con la delincuencia.
Entonces lo que hemos experimentado a través de estos últimos años han sido una serie de esfuerzo, yo diría aislados, sin continuidad que tocan en diferentes aspectos el tema de la justicia, recuerdo, por ejemplo, el hecho de que al rededor de la mitad de los años 80 se crea por primera vez un Programa Nacional de Seguridad Pública, un programa, por cierto, que tenía como objetivos modernizar, moralizar y profesionalizar a las corporaciones policiales, crear un banco de datos en el cual pudiéramos tener el registro de todos los miembros de las corporaciones policiales en todo el país y que evitara el que pudieran brincar de un estado al otro en caso de ser dados de baja.
Propuestas de reformas han sido múltiples yo creo que ahora estamos atacando uno de los temas pero que desde luego la verdadera manera de combatir este tema tiene que ser integral, por una razón muy simple lo que ahora tenemos es una reforma judicial que se aprobó en la cámara de diputados, iría al Senado de la República, como es una reforma constitucional requiere votación calificada y después la mitad más uno de las legislaturas de los estados, pero toca solamente el aspecto de la ingeniería constitucional y después vendrá la ingeniería legal y es una parte porque en el fondo podemos tener más atribuciones como en este caso, podemos tener quizá sanciones más duras, pero el problema esta en otra parte, el problema esta en la impunidad.
Carlos Loret de Mola, conductor: Estamos apuntando con esta reforma a un estado policiaco en donde se le dan muchísimas facultades a la autoridad para combatir el delito, una autoridad que por lo menos a revisar en el pasado ha probado que es ineficaz y corrupta en este aspecto.
Alfonso Zárate: Si yo creo que ese es el motivo de la gran preocupación porque cuando esta reforma le concede más atribuciones a la policía a los ministerios públicos, pues la sociedad tiene desde luego el registro de todas las arbitrariedades y de todos los excesos de ministerios públicos y de policías y es algo equivalente a lo que ocurre también con los enormes recursos que se están destinando a las corporaciones policiales y uno se pregunta en ocasiones si vale la pena que a esas mismas corporaciones que no han sido depuradas se les entregue mejor equipo, mejor armamento, mejores vehículos, porque en el fondo aunque la reforma constitucional establece que pueden entrar a un domicilio en ciertas condiciones el criterio para poder hacerlo nos deja en una situación de preocupación y yo creo que ese es uno de los puntos delicados. Duración 4´32´´, m/m.