Eduardo Sánchez, colaborador: Una cosa es no tener capacidad para la autocrítica y otra muy diferente es mentir.

Manuel Camacho Solís, coordinador nacional de la consulta sobre la Reforma Petrolera, aseguró que si hubiera contado con más recursos y que si el PAN y el Gobierno Federal no hubieran utilizado los medios para desacreditar la consulta, la votación se hubiera duplicado.

Fíjese nada mas qué afirmación, dice que la votación se hubiera duplicado ¿y por qué no decir triplicado o mejor aun quintuplicado? Honestamente no creo que ni él mismo se haya tomado su declaración en serio, ahora resulta que es mago, porque hay que decir que en el momento en el que el señor dijo que la votación se hubiera duplicado ni siquiera contaba con resultados duros sobre los resultados de la consulta, es decir, no sabía en aquel momento qué número había que multiplicar por dos para tener el resultado que se pedía, a eso en mí pueblo se le llama falta de seriedad.

Y el presidente del Instituto Electoral del Distrito Federal, Isidro Cisneros, no se quiso quedar atrás, él de plano calificó la consulta de un éxito y cuando se le cuestionó sobre la carta que le había mandado la dirigente del PAN capitalino, Mariana Gómez del Campo, en la que le exigía que el ciudadano presidente del órgano electoral emitiera un pronunciamiento sobre las irregularidades que a su juicio se habían cometido en la consulta, dijo textualmente lo siguiente: Estamos haciendo llegar al gobierno de la ciudad las presuntas irregularidades que ahí se documentan.

Entonces por fin ¿cómo quedamos? ¿Fue un éxito o hay que investigar irregularidades? Porque las dos cosas como que no concuerdan. A la ciudadanía nos costó varios millones de pesos un proceso de consulta que tal cual lo previeron varios analistas tuvo dos resultados: Muy poca participación ciudadana y un rotundo no de casi el 90 por ciento a la reforma energética. ¿Cuál reforma? ¿Quién sabe? Ese dato no venía en la consulta.

¿Hasta cuándo se ve a entender que la política autoritaria ya pasó de moda? No valdría la pena que en vez de dedicarle tanto esfuerzo a decir siempre a todo que no, hacer alguna propuesta, no se han dado cuenta que se esmeran demasiado en sus permanente negativas y que ni los referéndum, ni las consultas pueden justificar la falta de ideas, los mexicanos queremos propuestas, soluciones, imaginación para salir adelante, no necesitamos más obstáculos, esos están ahí y tenemos que vencerlos juntos, no es posible que se quiera compensar la falta de ideas con exceso de ideología, la política debe ser un instrumento para lograr avanzar y buscar acuerdos, los mexicanos queremos encontrar solución a los problemas y no dedicar tiempo a encontrarle problemas a la política, hay quienes llevan mucho tiempo adorando al dios de la victoria y hoy festejan el triunfo del no, lo malo es que parecen reconocer que el resentimiento es la religión de los mediocres. 3’ 35” A.L./m