Mario Ávila, conductor: César Augusto Santiago, ayúdanos a comprender de manera más amplia, las razones y los motivos que tuvieron en este caso, los diputados, tú también para llevar a la creación de esta comisión especial del caso Guerrero.

César Augusto Santiago, diputado del PRI: Yo he sido testigo, cuando menos en los dos últimos años, de una serie de problemas, más o menos de naturaleza similar. Lo dije hoy en la tribuna.

Hemos presenciado desafortunadamente, con una gran pena y tristeza, el homicidio de distintos personajes, gente joven, gente mayor, gente famosa, gente anónima, que han fallecido por las más diversas circunstancias en este país. Todas conectadas con una violencia irracional, que se ha convertido en el pan nuestro de todos los días.

Cada que ocurre un evento tan grave que oculta al anterior, yo los llamé en la mañana, un espectáculo de naturaleza teatral, donde sale el presidente, en su caso, el gobernador del estado o la Cámara d Diputados, nos vestimos de negro y decimos: Lamentamos mucho lo que ha ocurrido. Condenamos el incidente y vamos a exigir que se investigue hasta sus últimas consecuencias. Sin que hayamos visto que se haya resultó uno solo de todos estos asuntos, que hemos visto de manera lamentable.

En el caso de estos jóvenes de la Normal, yo digo que con una décima parte, una centésima parte de lo que cuesta el armamento que llevaban estos policías, que acudieron a reprimir esa manifestación, con una centésima parte de lo que cuesta esto, se hubiera hecho otra normal.

Se hubieran abierto más aulas, les hubieran dado más dinero, les hubieran podido ampliar sus peticiones para que esta normal crezca y se convierta en un lugar de oportunidades para los jóvenes de Guerrero.

En vez de un desfile de policías cada vez más mortíferas, más caras, más costosas, balas, cañones, granadas, tanques, uniformes, celulares, aviones; en fin, un dispendio que no atiende las causas del problema sino solamente los efectos; entonces, ya llegó el momento en que tenemos que tomar decisiones de otro nivel.

Esa fue la razón en cuanto a formar el grupo trabajo, ver el tema de no manera anecdótica, sino con una preocupación de ver qué proponemos que sea eficaz.

Conductor: Ahora, habrá que ver también, porque es un caso complejo, así se ha registrado entre la sociedad en distintos espacios.

Es un caso complejo, porque también debe analizarse el proceder de los estudiantes, es decir, no es la primera vez que actúan de esta manera. Ustedes dirían: las fuerzas del orden para eso están, para aguantar, para resistir.

Pero, yo también te invito a que les puedan arrogar a ustedes, una bomba molotov a un policía Federal. Yo no creo que dures mucho en libertad; es decir, hay también del otro lado, me parece, un importante trabajo que realizar.

¿Qué va a pasar con la persona que al día de hoy, todavía teníamos información, desde el hospital de Lomas Verdes, se debate entre la vida y la muerte, por las quemaduras? ¿Qué va a pasar con los dueños de automóviles que fueron agredidos por los estudiantes? Es un caso complejo con varias aristas.

¿Esta Comisión va a tener todo ello o se centrará exclusivamente, en lo que comparto contigo, es un asesinato de dos personas a sangre fría?

César Augusto Santiago: Desde luego que vamos a ver todo el asunto, pero debo decirte que en el fondo es un problema… Nosotros que estamos en el Distrito Federal, en la provincia donde vivimos, cotidianamente somos testigos de violencia irracional.

Lo que ha quedado de esta violencia desatada por el gobierno para combatir teóricamente al narco, es que en este país todo se vale, en la medida que hagas actitudes violentas, todo se vale, cada vez los delincuentes son más jóvenes, cada vez hay más adolescentes metidos en estas actividades de violencia, generada por este clima de impunidad. Yo creo que éste es el punto. Hay que discutir bien eso.

Estoy de acuerdo que hay protestas y manifestaciones justas, pero también hay que entender que el ejemplo que tiene que dar el gobierno. Un gobierno debe ser ejemplar, debe primero agotar las formas del diálogo.

Yo he escuchado, repetidamente, que el gobernador conocía muy bien el asunto en la Normal. Sabía que estaban demandando una serie de cuestiones. También sabía que había un problema, quería imponer a un director de la Normal, que no estuviese consensado por todos; y a sabiendas de esto, descuidan el asunto, hasta el nivel de la protesta que concluye como ya vimos.

Creo que es una buena oportunidad para ver realmente, un asunto de este tamaño con toda objetividad. Yo soy enemigo, tiene razón Felipe González, de entrar con las armas cargadas; es decir, de entrar como un tribunal sumario: vamos a quitar cabezas. No, no es el caso.

El caso es de proponer acciones que de verdad vayan cambiando este proceder de la protesta ciudadana, pero también que reconozca el gobierno que tiene que cambiar sus métodos e ir a las causas. Insisto mucho en el asunto de esta Normal.

Hay normales rurales en el país, no es la primera vez que hay este tipo de protestas, pero porque esperar que haya la protesta ciudadana, la protesta callejera, la violencia, porque no atender el reclamo de la gente que le suban su rancho de comida cotidiana, que no lo atropellen en la cuestión del nombramiento del director, en cuestiones que tienen que ver con que estas normales deben evolucionar, ser útiles e incorporarse.

No nos quedemos con la intención de inicial del general Cárdenas, es que ahí es donde está el problema. Si no resolvemos este asunto de fondo y vemos que no se dedique dinero a mejorar la educación de este país, a realmente darle empleo a la gente y a darle diversión sana; en fin, este tipo de cosa, si queremos resolver todo con represión, no van a faltar estos encontronazos, que concluyen siempre de manera desafortunada.

Conductor: Entonces, del proceder de los estudiantes no habría nada que decir.

César Augusto Santiago: No, por supuesto que vamos a ver eso. Confía en que con toda objetividad también vamos a analizar este asunto.

Yo espero que haya la voluntad de contribuir a que esto puede investigarse bien. También quiero decirte que yo nunca he participado de la violencia en la carretera, de tomar una calle, de manera violenta, impedir el tráfico a los transeúntes que ni la deben ni la temen.

Conductor: Aquí nos tocan a todos en el DF. Tú has sido víctima también, pero es lo menos, comparado con lo que pasó en Guerrero. Coincido contigo diputado que el caso se tiene que ver de fondo. ¡Claro que el gobernador lo conocía! Decías tú: bueno, a ver si el gobernador lo conocía. ¡Claro que lo conocía!

El problema es que no hubo la pericia política y la habilidad política para evitar que el asunto llegara a la calle.

César Augusto Santiago: Yo leí una entrevista que hizo él en los periódicos nacionales y se muestra como un experto cuando se reunió con ellos, a dónde, qué le pidieron, cómo decidió quien fuera el candidato a la rectoría de esa Normal; en fin.

Se ve que conoce muy bien el problema, lo que pasa es que con esta actitud que todos lo vamos a resolver con el uso de la fuerza, pues no está el horno para bollos. Creo que allí hay una actitud reflexiva que está ausente en estas decisiones.

Tampoco estoy de acuerdo con que váyannos a la misa, comulguemos ahí, como el presidente y le pidamos a Dios que nos resuelva el asunto.

¡Qué culpa tiene Dios de este lio en que estamos metidos! Es un asunto que nos toca a nosotros ver cómo lo resolvemos y vamos a tratar de contribuir para ello, con la mejor buena fe.

Conductor: Finalmente, para ya no interrumpirte en el trayecto que vas en carretera, en esta amplitud que tendrán ustedes en el momento de revisar el caso, pasarán también por la demandas y habrá una reflexión sobre la viabilidad, no de las mismas, porque sabemos que hay casos, donde estas han excedido los límites posibles de la autoridad o de la atención de la autoridad y donde hay que estar ahí, ¿no?, digamos en la silla del gobernador, para saber hasta dónde es posible ir, porque hay momentos en los que ya no se puede.

César Augusto Santiago: Mi posición personal siempre ha sido que las demandas de las normales rural, de las escuelas alejadas, de las zonas populares muy pobres de este país. Yo creo que todos estamos en deuda con ellos.

Y la verdad, yo pienso también, que debemos voltear los ojos hacia esos temas y preocuparnos en serio. No vamos a resolver nada con darles dadivas o con darles cositas de apoyo, como los programas asistencialistas de ahora. Creo que es urgente verlo con mayor seriedad y vamos a intentar hacerlo.

Conductor: Bien, pues César Augusto Santiago, muchísimas gracias.

Conductor: Gracias a ti, hasta luego. Duración: 10’55”/lgg/m