Diputados federales del Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) advirtieron a la líder del sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, que no se dejarán presionar.
Ello, luego de que la profesora asegurara que está de acuerdo con la reforma educativa que impulsa el Presidente Enrique Peña Nieto, pero no con el proyecto “demagógico” que se aprobó en la Cámara de Diputados.
Luego de que en San Lázaro se emitiera la declaratoria de constitucionalidad de la reforma al artículo 3 de la Carta Magna, el coordinador panista, Luis Alberto Villarreal dijo respetar las declaraciones de Gordillo Morales pero sentenció que el Congreso no permitirá chantajes “de nadie ni por nada”.
Villarreal García aseveró que para el diseño de la reforma secundaria, el Legislativo estará abierto a dialogar con toda la sociedad, sectores, grupos y liderazgos.
En cuanto las iniciativas de ley reglamentaria estén listas, la comisión dictaminadora procurará incluir en el análisis a “todos” de manera plural, dijo.
Sobre el condicionamiento del SNTE a admitir la reforma si se elimina el concepto de “permanencia” de los maestros en la plaza sujeta a la evaluación, el líder panista dijo que la Constitución ya se reformó y así quedará.
Si alguien quiere presenta una iniciativa en la materia, que lo haga, “nosotros no daremos marcha atrás en lo que ya reformamos la Constitución en materia de educación”, aseguró.
El líder parlamentario del PRD, Silvano Aureoles, aseguró que con sus declaraciones, la profesora Gordillo se “pone el huarache antes de espinarse”, busca “curarse en salud” y cree que “adulando” al Presidente Peña Nieto podrá “meterle la mano” a la reforma secundaria en materia educativa.
Aureoles Conejo, sentenció que nuevamente, la dirigencia del SNTE busca mantener “secuestrado” el sector educativo y quedará en manos del Gobierno Federal la decisión de dejarse manipular.
“Allá el gobierno si repite la historia de 12 años de gobiernos del PAN que se aliaron y protegieron esta postura caciquil y este secuestro de la educación por parte de intereses que van más allá de los estrictamente educativos, incluso gremiales”, alertó.
A su vez, el diputado del PRI y presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, Francisco Arroyo, indicó que la presidenta del magisterio está en su papel de dirigente y el “recado” que envía al Congreso, se registra con “respeto, afecto y consideración”, pero bajo el entendido de que el Legislativo mandató al aprobar la reforma educativa y a la profesora “no le queda sino acatarla”.
“El Congreso no se deja presionar, sino por la necesidad de la sociedad mexicana de tener mejores instituciones”, dijo Arroyo Vieyra, al enfatizar que los derechos de los mentores están a buen resguardo.
Aunque reconoció que el SNTE es un gremio poderoso, el tema de la reforma no se trata de “un pleito de callejón ni se trata de dimes y diretes. Se trata de que aquí cada quien haga lo que le corresponde”, atajó.
“El sindicato hará lo propio y nosotros estamos haciendo lo propio, que es legislar una reforma constitucional avalada, hasta el día de ayer, por 23 legislaturas estatales”, aclaró el legislador del PRI. ys/m.