La reforma en materia de telecomunicaciones que se espera, llegue en los próximos días a la Cámara de Diputados, deberá plantear la autonomía plena de los órganos reguladores, como la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL) y la Comisión Federal de Competencia (COFECO), a fin de que estos actúen para propiciar la “desincorporación”y desconcentración en el sector, indicó la diputada federal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Purificación Carpinteyro.
La legisladora y ex subsecretaria de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), agregó que los cambios en ese tema, deben implicar la ruptura de monopolios, para combatir la concentración y abrir la posibilidad a la creación de más medios.
La integrante de la Comisión de Radio y Televisión de la Cámara de Diputados añadió que “no puede continuar” la dinámica del monopolio en telecomunicaciones, y por tanto, incluso habrá que plantear la desincorporación de activos o venta de partes de los consorcios que acaparen el mercado.
“Esto significaría tanto como decir que América Móvil, que es la controladora que controla tanto a Telmex como a Telcel, América Móvil tendía qué ver que va a hacer, porque no puede ser que concentre el mercado de la telefonía fija en 90 por ciento; mientras que al mismo tiempo en telefonía celular concentra el 70 por ciento del mercado”, ejemplificó.
Atender ese tipo de fenómenos que marcan al sector telecomunicaciones, dijo, tendría que implicar la intervención de los órganos reguladores para desincorporar las empresas y que estas vendan o dividan sus activos, a fin de remediar la concentración.
El caso es el mismo para los medios electrónicos como Televisa, dijo la legisladora, que concentra el 70 por ciento de la televisión abierta y más del 55 por ciento de la TV por cable.
A fin de eliminar privilegios, se tendrían que autorizar los movimientos y facultades necesarias, para “obligar” a empresas como Televisa para que decida qué concesiones “retiene”, si vende las cableras o qué parte de sus negocios conserva.
Ello, apuntó, representará una “gran reestructura” y una “revolución” en el ámbito de telecomunicaciones, y los concesionarios no podrán asumir la posición de si aceptan o no, porque se tratará de una reforma constitucional que difícilmente podrán objetar.
La Constitución ya señala que en el país no se permiten los monopolios y la autoridad debe vigilar que los bienes no se concentren en pocas manos, subrayó.
Señaló que en el marco del Pacto por México, está claro el “piso mínimo” y qué tipo de contenido debe incluir la “gran reforma” al sector, como la intervención para solucionar el problema de la competencia.
Dijo que la autoridad federal tiene claro que la concentración de poder en el rubro afecta el desarrollo de las telecomunicaciones y hay que tomar “medidas correctivas” para “deshacer la estructura monopolista” que también afecta al resto de las actividades económicas del país.
Sobre la transformación de los órganos reguladores, aseveró que estos necesitan ser autónomos y ajenos a las decisiones políticas que se tomen desde la SCT, como sucede hasta el momento.
Asimismo, agregó que para alcanzar los objetivos de la reforma que aún no se sabe si llegará esta misma semana o la entrante al Congreso, será preciso que los reguladores tengan en sus manos, como organismos autónomos pero adscritos al Estado, la facultad de otorgar las concesiones a los competidores. ys/m.