En México aún existen factores y “cuellos de botella” que obstaculizan el crecimiento económico, las inversiones, la creación de empleo y la competitividad en todas las cadenas productivas.
Por ello, es preciso avanzar en la reducción de la regulación excesiva del mercado, contar con una reforma que fomente la libre competencia; así como eliminar las prácticas monopólicas y desleales que desincentivan la competencia, planteó el presidente de la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados, Mario Sánchez Ruiz.
Al inaugurar las mesas de trabajo que se realizarán durante marzo y abril, para analizar los retos en materia de competitividad económica en México, el diputado federal del Partido Acción Nacional (PAN) indicó que se deben propiciar los acuerdos que sean necesarios para sacar adelante el dictamen en torno a la minuta de la Ley Federal de Competencia Económica, cuyo análisis siguen pendiente.
El legislador señaló la importancia de contar con un marco jurídico eficaz, basado en una política de competencia entre empresas privadas e instituciones tanto públicas como privadas.
Favorecer la competitividad generará empleos, crecimiento económico y mejor distribución de los recursos, agregó.
El diputado Sánchez Ruiz reconoció que el país debe aprovechar de mejor manera su potencial económico, impulsar una cultura de la competencia que facilite el cumplimiento de la ley e incluso, contar con un sistema de sanciones que le den certeza jurídica a los competidores económicos.
Recalcó que en México hay mercados “altamente concentrados” y las prácticas monopólicas no se sancionan de manera congruente y de acuerdo a su gravedad, por lo que es preciso contar con una ley que fortalezca la investigación y sanción contra malas prácticas.
Indicó que la economía nacional no está libre de anomalías como la discriminación, cobro de precios irregulares, control de la información para los consumidores, colusión entre productores y fusiones empresariales que desincentivan la competencia y sobre regulación. Todo ello, genera, reducción en la capacidad de consumo familiar y falta de crecimiento económico.
Por ello, la competencia económica debe ser herramienta fundamental para fomentar un mayor crecimiento y el buen funcionamiento de los mercados.
Apuntó que se requiere una reforma en materia de competitividad económica, que permita a los prestadores de servicios y bienes, ser más eficaces, ofrecer precios accesibles y presentar productos de alta calidad. ys/m.