Carmen Aristegui
MonitorMVS1025
07:05:00 | 2013.03.14
Piden diputados reestructurar subsidios y créditos agrarios
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El titular de la Secretaría de Agricultura (SAGARPA), Enrique Martínez, diagnosticó, cual doctor, que los problemas del campo mexicano obedecen a que ese sector es "bipolar", pues mientras existen grandes productores competitivos a nivel internacional, hay muchos otros que carecen de lo mínimo indispensable para producir.
Al comparecer ante diputados de las comisiones de agricultura y desarrollo rural de la Cámara de Diputados, para abordar la problemática de los productores cañeros; así como el impacto de sequías e inundaciones en la producción agrícola, el funcionario también reconoció que el modelo económico “estabilizador” que aplica en México, debe modificarse.
Ello, porque en el afán de mantener la estabilidad, el país se quedó sin crecimiento económico, pero con mayores niveles de desigualdad y pobreza. De hecho agregó, en los últimos 10 años el crecimiento promedio en México fue de 1.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y en esas condiciones, apuntó, es imposible mejorar al campo.
Agregó que en el caso del brote de influenza aviar, que este año afectó a Guanajuato, aseguró que ya está bajo control, pues se sacrificaron poco más de 3 millones de aves y el precio del huevo está bajando.
Al terminar el encuentro en que diputados le pidieron hacer más para rescatar al campo, le demandaron investigar a la empresa Bachoco, por su presunta especulación con el brote de influenza para generar ganancias económicas y hacer algo en concreto por sacar al sector del “desastre” en que se encuentra, el funcionario prometió cambios radicales en beneficio del campesino y productor agropecuario.
Aseguró que junto con las reformas energética y hacendaria, vendrá la gran reforma para el campo, pues el Presidente de la República ha instruido a la dependencia a su cargo a preparar, junto con los diputados, ese ordenamiento.
En una larga comparecencia, el secretario Martínez y Martínez admitió que los problemas del campo se replican en las 32 entidades del país, pero también hay potencial de desarrollo que se debe aprovechar.
Expuso que la situación del campo y su aporte al PIB van a la baja, puesto que hace unos años, esa cifra era superior al 16 por ciento y hoy sólo es de 3.7 por ciento.
El crecimiento sector agrícola, actualmente es de 1.4 por ciento y si se suma al sector pesquero, el indicador solo alcanza el 1.8 por ciento, lo que explica en gran medida la pérdida de competitividad y que México importe más del 40 por ciento de los alimentos que se consumen, dijo.
Al identificar como un problema por atender, el caso de los “minifundios” o tierras menores de 5 hectáreas que por su diminuto tamaño dificultan la producción, agregó que a ello se suman las prolongadas sequías en el norte, las constantes inundaciones en el sureste y el desaprovechamiento de la riqueza natural del país.
Añadió que para tener un campo competitivo hace falta una buena banca de desarrollo que la nación no tiene; así como ajustar los mecanismos de apoyo a productores, desarrollar investigación aplicada al campo y que los proyectos en esa materia no se queden “guardados” en el cajón de funcionarios públicos.
Tras asegurar que el conflicto sindical en la Universidad de Chapingo ya se resolvió y esa institución ha vuelto a las labores, dijo que programas “cansados y agotados” como el PROCAMPO deben cambiar por completo para ser funcionales.
Se pronunció a favor de empujar modelos de asociación para sumar a pequeños productores, trabajar con semillas genéticamente modificadas, implementar un financiamiento competitivo y oportuno a campesino, abrir con urgencia una banca de desarrollo agropecuario y agro alimentario; así como prevenir de manera más oportuna los riesgos del cambio climático y tomar previsiones a tiempo en materia de sanidad e inocuidad.
Coincidió con las críticas de los legisladores en cuanto a que, nadie debe lucrar ni especular con los apoyos otorgados a quienes sufren las consecuencias del cambio climático.
Aclaró que sobre el caso de Bachoco, la Sagarpa no tiene facultades para investigar, pero está buscando determinar si en la propagación del nuevo brote de influenza hubo “dolo”.
Aseguró que las autoridades de sanidad e inocuidad, no han detectado hasta el momento elemento alguno que las haga sospechar que la dispersión del virus fuera provocada con fines económicos.
Sin embargo, puntualizó que la problemática de la influenza aviar se quiera usar como pretexto para especular, es algo distinto y por ello, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) ha tomado cartas en el asunto, puesto que el nivel de sacrificio de las aves infectadas no justifica alza de precios en el huevo y el pollo. ys/m.

H. Cámara de Diputados Coordinación de Comunicación Social