Luego de haber permanecido en prisión del 21 al 28 de marzo, el líder de la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ), Felipe Rodríguez Aguirre, en libertad bajo fianza, acudió a la Cámara de Diputados a dar detalles del “levantón”, la tortura psicológica y maltrato físico del que fue objeto, por promover una movilización que a su decir, fue una caminata por la carretera México-Toluca.
Acompañado por su abogado y legisladores del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC), Rodríguez Aguirre advirtió que en el Estado de México y el gobierno de Enrique Peña Nieto, las personas “peligrosas” y perseguidas por la justicia, serán las que buscan plantear demandas sociales.
Advirtió que su caso es prueba de que el pueblo ya no podrá salir a las calles a exigir el cumplimiento de sus derechos.
El dirigente subrayó que la lucha de la organización a la que representa es pacífica y el día en que se movilizó, provocando la agresión y represión policial en su contra, de ningún modo bloquearon el paso en la carretera México-Toluca.
Incluso, aseveró que la manifestación era como una procesión, donde los 700 simpatizantes de la UPREZ que acudieron, caminaron pacíficamente rumbo a las instancias de gobierno, para exigir cumplimiento de promesas del gobierno mexiquense.
Recordó que su detención fue ilegal, puesto que se le aprehendió sin una orden de un juez, se le torturó física y sicológicamente, además de golpearlo, taparle los ojos, amenazarlo de muerte, burlarse de él y declararlo como un sujeto peligroso para la sociedad.
Los diputados federales de izquierda que lo acompañaron, advirtieron que no permitirán que los gobiernos priistas, incluyendo al Federal, criminalicen los movimientos sociales. ys/m.