Desde la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, se advirtió que al año mueren cerca de 14 mil personas, por enfermedades ligadas a la contaminación ambiental.

Al respecto, el diputado integrante de la Comisión y de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Gabriel Gómez, indicó que la atención a las enfermedades asociadas a la contaminación del aire y los efectos de esta en otras actividades productivas, generan al país un gasto de 4.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a más de 520 mil millones de pesos.

Para contrarrestar tal problemática, el legislador se pronunció por reformar el artículo 47 de la Ley General de Educación, a fin de que se instruya a los menores, a través de los planes de estudio, sobre la importancia de una educación ambiental sustentable, el cuidado del medio ambiente y la relevancia que tiene no generar basura.

Añadió que al problema de la contaminación en México, se suma el hecho de que cada año, cada habitante genera un promedio de 380 kilos de basura y no existe conciencia para abatir la contaminación, de no comprometer los recursos naturales a futuro y procurar un mejor ambiente para las siguientes generaciones.

El diputado Gómez Michel señaló que las estimaciones, indican que nuestro país contribuye con las afectaciones al medio ambiente, al aportar el 1.6 por ciento de las emisiones de gas de efecto invernadero, lo que lo ubica en la posición número 16 entre las naciones más contaminantes.

Asimismo, el nivel de deforestación anual en el país es de entre 1 y 2.5 por ciento, lo que significa que dentro de 40 años, el territorio nacional habrá perdido ente el 40 o el 50 por ciento de las áreas de manglar, que de manera natural forman una barrera contra el impacto de ciclones y huracanes, alertó.

El legislador recalcó que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a diario se recolectan más de 86 mil 300 toneladas de residuos sólidos generados tan solo en las áreas urbanas, de los cuáles, solo el 11 por ciento son separados en los hogares, con el fin de promover y facilitar el reciclaje.

De igual modo, el tratamiento de agua residual solo se realiza en el 35 por ciento del agua que va al drenaje, por lo que el 65 por ciento restante desemboca directo en ríos, lagos y lagunas, generando serios daños a esos ecosistemas.

Ante una problemática de tal dimensión, insistió, hay que actuar desde la educación en las escuelas y el hogar, para promover una conciencia ambiental.

“Es nuestro deber contribuir a cuidar y preservar el mundo en que vivimos, redefiniendo nuestros valores y forma de vida, reduciendo el impacto que generamos en los ecosistemas, y creando una sociedad cociente y comprometida con la preservación de nuestro planeta”, finalizó. ys/m.