Conforme a lo dispuesto en el artículo 42 fracción I de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) remitió los principales objetivos de la Ley de Ingresos y el presupuesto de egresos para el 2011, así como de los escenarios de la variables macroeconómicas, del monto total del presupuesto y de los programas prioritarios. De acuerdo al documento, en el 2009 el gasto se orientó a apoyar la recuperación económica y atender las necesidades básicas de la población.

La SHCP en el informe en cumplimiento al Art. 42 F. I de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, ajustó al alza su proyección del PIB de 3.0 a 4.1 por ciento para 2010, debido a la recuperación económica observada durante la segunda mitad de 2009 y una mejora prevista para 2010 sustentada tanto en un mayor dinamismo de la demanda interna, gracias a la recuperación del empleo, el financiamiento y la inversión en infraestructura; así como a un mayor crecimiento esperado de la demanda externa. En adición, prevé que los ingresos presupuestarios al cierre del 2010 asciendan a 2 billones 820.8 miles de millones de pesos y que el déficit público represente -2.7 por ciento del PIB.
Sin embargo, las bases sobre las que se sustentó el ajuste son cuestionables ya que en el primer trimestre de 2010 el número de asegurados en el IMSS todavía resulta inferior al nivel máximo observado (octubre de 2008); además el repunte de la economía mundial no está exento de riesgos.

Con la finalidad de mitigar los efectos de la crisis, el 7 de enero de 2009, el gobierno federal presentó el Acuerdo Nacional a favor de la Economía Familiar y el Empleo para Vivir Mejor (ANFEFE). Como parte de este acuerdo se incluyeron diversas medidas fiscales, que aunadas a otras medidas utilizadas para disminuir el desempleo y otorgar mayor crédito por vía de la banca de desarrollo a las empresas, se estimó que se lograría un impacto directo total sobre el PIB de 171 mil millones de pesos.

En el mes de enero de 2010 el Indicador Global de la Economía (IGAE) reportó que la actividad económica mexicana creció a una tasa de 2.4% respecto del mismo periodo de 2009. Por su parte, el precio del barril de petróleo presentó niveles por encima del precio fiscal. Por estas causas se registraron mayores ingresos públicos con el consecuente efecto positivo en los recursos federales transferidos a las entidades federativas esto es, el gasto federalizado. Este se determina con base en los ingresos del gobierno federal, en su mayor parte mediante el mecanismo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

La SHCP en el informe en cumplimiento al Art. 42 F. I de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, ajustó al alza su proyección del PIB de 3.0 a 4.1 por ciento para 2010, debido a la recuperación económica observada durante la segunda mitad de 2009 y una mejora prevista para 2010 sustentada tanto en un mayor dinamismo de la demanda interna, gracias a la recuperación del empleo, el financiamiento y la inversión en infraestructura; así como a un mayor crecimiento esperado de la demanda externa. Sin embargo, las bases sobre las que se sustentó el ajuste son cuestionables ya que en el primer trimestre de 2010 el número de asegurados en el IMSS todavía resulta inferior al nivel máximo observado (octubre de 2008); además el crédito por parte de la banca continúa por debajo de niveles internacionales y no es la principal fuente de financiamiento de las empresas en México. Finalmente, la FED de los Estados Unidos prevé que la recuperación de ese país sea gradual.

Dentro de la reforma fiscal de 2007, el Gobierno Federal se comprometió a ahorrar el 20 por ciento del gasto de operación y administrativo de las dependencias del Gobierno Federal, esto es, un ahorro anual del 5.0 por ciento mínimo en el periodo 2008-2011. El objetivo de esta nota es reseñar las medidas orientadas al cumplimiento de esta meta, haciendo énfasis en la más reciente: el Programa Nacional de Reducción del Gasto.