La entrada de capitales a México y la apreciación del tipo de cambio que la acompañó, permitieron contener las presiones inflacionarias a partir de 2010, así lo reconoció por primera vez la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) en su anuncio de política monetaria de marzo de ese año. No obstante, los recientes episodios de turbulencia en los mercados financieros internacionales provocaron ajustes de cartera por parte de los inversionistas que generaron una depreciación significativa de nuestra moneda, dejando atrás el apoyo que había brindado al desempeño de los precios domésticos.

Entre las modificaciones destaca el ajuste a la baja en torno al crecimiento de la economía mexicana, el cual pasó de 3.5 por ciento a 3.3 por ciento para 2012; asimismo, se anticipa ahora una mayor depreciación del tipo de cambio debido a que la paridad fue modificada de 12.2 pesos por dólar a 12.8 pesos por dólar para el siguiente año.

La mayor parte de los grandes bancos que operan en el país son de capital extranjero y lo hacen bajo la forma de filiales (esta figura las obliga constituirse como empresas mexicanas y a acatar los lineamientos que en materia de regulación y supervisión emitan las autoridades financieras mexicanas). Así, Banamex es de capital estadounidense, HSBC de capital inglés, BBVA Bancomer y Santander de capital español y Scotiabank de capital canadiense; en conjunto dichas instituciones mantienen el 64.3 por ciento del total de activos bancarios y el 67.5 de la cartera total de crédito (de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), al mes de julio de 2011).

El “Gasto Neto Devengado del Sector Público Presupuestario” que se propone en el PPEF 2012 asciende a 3 billones 647 mil 907.1 millones de pesos (mdp), cifra que en términos reales es superior en 2.5 por ciento a lo que se aprobó en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio de 2011 (PEF 2011).

El crecimiento de la economía mexicana se encuentra cada vez más amenazado por los riegos a la baja que permean al mundo global. Por un lado, las perspectivas de crecimiento para los países avanzados se han venido deteriorado por la crisis de confianza que viven ante la falta de medidas decisivas para lograr la consolidación y el ajuste fiscal; y por el otro, las economías emergentes han frenado su ritmo de expansión por las presiones de sobrecalentamiento.

A la luz de diversos indicadores de competitividad que tratan de medir los avances o retrocesos de las economías, es importante cuestionarse sobre la capacidad de los mismos para reflejar la realidad económica y social de un país, toda vez que existe una amplia divergencia entre los resultados que en la materia logran las naciones y el grado de desarrollo que muestran.

El objetivo de esta nota es revisar las principales modificaciones que autorizo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) al presupuesto aprobado, por la Cámara de Diputados, al mes de mayo de 2011.