La situación de las mujeres privadas de su libertad es una de las realidades sociales que vemos con más preocupación y con la necesidad de sacar a la luz pública debido a la indiferencia, al abandono y a una grave ausencia de reconocimiento y de respeto de los derechos fundamentales de las mujeres en esta condición.
Las mujeres como victimas del delito, como sobrevivientes del mismo o como infractoras, padecen la misma situación en lo que se refiere al desconocimiento de sus derechos, carencia de servicios adecuados y gratuitos, carencia de infraestructura y servicios especializados, vejaciones y trato discriminatorio.
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