Nuestro país atraviesa por momentos decisivos para el fortalecimiento y perfeccionamiento de sus instituciones, la consolidación de éstas es tarea fundamental que tiene el Poder Legislativo, para concretarla, es menester que los legisladores garanticenla transparencia, la fiscalización y la rendición de cuentas, principios básicos de la ética política democrática que sin duda las autoridades gubernamentales están obligadas a obedecer y respetar, trátese a nivel federal, estatal o municipal.
La sociedad mexicana exige que las instituciones del Estado muestren un funcionamiento eficiente y eficaz, así como un ejercicio ético en la gestión pública, lo cual desafortunadamente ya son problemas permanentes que no se pueden ocultar; dichos problemas pendientes por resolver han llevado a la operacionalización inconsistente e índices de corrupción que han afectado la política económica y cultural de nuestro país.
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