En la semana de análisis, los indicadores económicos nacionales presentaron comportamientos mixtos. El Indicador Global de la Actividad Económica se redujo en 0.82 por ciento en febrero respecto al mes previo, en tanto que, los resultados a nivel estatal fueron positivos en la mayoría de las entidades.
Referente al mercado interno, se registró un incremento en las ventas de establecimientos comerciales en febrero mientras que las remuneraciones en estos establecimientos, así como en las empresas constructoras no observaron mejoría; además de que el salario medio de cotización creció sólo 0.33 por ciento en términos reales durante el último año, mientras que en la primera quincena de abril, la inflación de la canasta básica y la de alimentos fueron mayores a la inflación general, rebasando por mucho el aumento del salario medio de cotización. Por su parte, el Banco de México mantuvo el objetivo de la tasa de interés interbancaria a un día en 4.5 por ciento previendo que la política monetaria podría relajarse en caso de que mejoren los mercados financieros internacionales.

De los indicadores económicos nacionales dados a conocer en la semana de análisis, destaca la Tasa de Desocupación, la cual se mantiene en niveles aún elevados, y la generación de empleos en la economía informal, la que ha mostrado que la economía ha sido incapaz de generar las opciones de empleo suficientes para reducir la TD y la informalidad; así, la crisis económica parece haber cambiado la composición laboral, deteriorando los ingresos laborales. Situación que se ve reflejada en el menor dinamismo de las ventas en las tiendas departamentales, lo que repercute en la evolución de la demanda interna del país. Mientras que si bien el rendimientos en las Afores, al cierre de marzo, fue positivo, destaca que casi dos terceras partes de los recursos se encuentran invertidos en instrumentos de deuda gubernamental y poco menos de una quinta parte en instrumentos de deuda privada nacional (los cuales incluyen inversiones en empresas paraestatales, infraestructura y el sector vivienda).

Los indicadores económicos dados a conocer en la semana tuvieron resultados mixtos, tanto en México como en Estados Unidos.
En primera instancia, se reportó que la inversión en México tuvo un crecimiento anual de 8.7 por ciento en el mes de enero, aunque su dinámica ha sido a la baja. Asimismo, durante el mismo mes, los establecimientos IMMEX disminuyeron en número, y presentaron un crecimiento del personal y de las remuneraciones; aunque al desglosar por tipo de empresa, se observa que las manufactureras tuvieron una caída en los salarios.

La economía mexicana transita bajo un entorno externo adverso, como lo muestran los indicadores económicos dados a conocer en la semana de análisis; así, la incertidumbre en los mercados financieros internacionales se explicó por el resurgimiento de la crisis de deuda europea ante los problemas de financiamiento de España, los niveles de desempleo en dicha región y el retroceso de la producción manufacturera en Alemania y del lento dinamismo de la producción industrial en el Reino Unido. A dicho panorama habrá que agregarle el hecho de que la economía norteamericana sigue padeciendo de su mercado laboral ante la menor generación de empleos y de que el desempleo continúa en niveles elevados, aunque destaca la mejoría en la venta de automóviles en dicha nación. Entorno que se ve exacerbado por el incremento en los precios internacionales del petróleo. Por lo que se espera que, ante el panorama antes descrito, la demanda externa no sea una de las principales fuentes de crecimiento económico de México.