De los indicadores dados a conocer durante la semana de análisis, se desprende que en México los consumidores se encuentran menos confiados sobre el rumbo que tomará la economía en el corto plazo; lo anterior es producto del repunte de la inflación general, de la elevada tasa de desocupación, del aumento de la informalidad, de la insuficiente generación de empleos y de la pérdida acumulada del poder adquisitivo del salario. Por otro lado, la encuesta de Especialistas en Economía del Sector Privado deja ver que se debilitan las perspectivas de crecimiento para este año y el próximo, al tiempo que revisa al alza el pronóstico de inflación para 2012.

La actividad económica mexicana se contrajo en mayo (el IGAE cayó 0.36%), confirmando las dudas sobre la capacidad de nuestro país para resistir al deterioro del entorno global. Hacia adelante, los datos difundidos en la semana para la balanza comercial, plantean un escenario poco favorable para el país, pues las exportaciones de junio se contrajeron por vez primera desde octubre de 2009. Adicionalmente, las importaciones también tuvieron su primer retroceso, afectándose en mayor medida a las de bienes de consumo y de capital, lo cual evidencia la debilidad de la demanda interna.

Los indicadores para México, dados a conocer durante la tercera semana de julio, muestran signos de debilidad de la economía. Las ventas en los establecimientos comerciales se desaceleraron en el corto plazo, incluso las del menudeo se contrajeron en mayo. Aunado a ello, a pesar de que las ventas de la ANTAD de junio tuvieron su mayor incremento real en lo que va del año, éstas crecen a tasas moderadas. Lo anterior, refleja el bajo dinamismo del lado del consumo interno. Por otra parte, la informalidad alcanzó su máximo registro, evidenciando la menor capacidad que tiene la economía para dar empleo a las personas que se suman al mercado laboral.

Los indicadores dados a conocer en la semana de análisis muestran un menor dinamismo de crecimiento para México, situación que se encuentra en línea con la complicada situación económica global y la incertidumbre que prevalece en los mercados financieros.

Los indicadores económicos dados a conocer en la semana fueron desfavorables, tanto en México como en Estados Unidos.
En primera instancia, se publicó el sistema de indicadores cíclicos de abril, que reveló que la economía mexicana sigue en su fase de expansión, aunque se espera que pierda dinamismo en los siguientes meses. Lo anterior está en línea con los resultados de las distintas encuestas de expectativas de junio: 1) la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas del Sector Privado reiteró que la actividad económica continuará perdiendo dinamismo a lo largo de 2012, para terminar el año con un crecimiento de 3.72 por ciento; 2) el Índice de Confianza del Consumidor siguió debilitándose, al disminuir de nivel respecto al mes anterior (cifras desestacionalizadas); y 3) la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial apuntó que las expectativas de los directivos del sector manufacturero permanecen por debajo de lo presentado el año anterior, manteniéndose cautos a la hora de invertir.