La demanda interna en México podría continuar con un bajo dinamismo debido a que indicadores como el de establecimientos comerciales indican un menor crecimiento de las remuneraciones no obstante del incremento en las ventas; además de que cerca de la mitad de la población ocupada gana sólo el 48.82 por ciento del PIB per cápita, el cual se estima en 9 mil 824 dólares. Asimismo, el ritmo de crecimiento de la economía sigue siendo insuficiente para aumentar la oferta laboral no obstante que la tasa de desocupación se ubicó en 4.79 por ciento en enero, la segunda más baja desde diciembre de 2008.

La economía mexicana creció 3.94 por ciento en 2011, esto es 1.58 puntos porcentuales menos que lo que se observara en 2010 y se anticipa que este año continúe desacelerándose. El lento crecimiento económico durante los últimos años se constata analizando la evolución de la actividad económica del país, la cual desde octubre de 2008 sólo se ha expandido 2.21 por ciento, en un contexto en el que la amenaza de una mayor inflación parece ir tomando fuerza. El crecimiento de los precios de los alimentos reportó una tasa de crecimiento anual de 5.77 por ciento y el de la canasta básica 5.81 por ciento, cifras que cada vez se alejan más de la inflación general y del objetivo de 3.0 por ciento del Banco de México.

La economía mexicana continuó avanzando, como lo muestran los indicadores económicos dados a conocer en la semana de análisis; sin embargo, se aprecia que lo hace con un menor dinamismo. Así lo reveló el menor crecimiento del indicador de la actividad industrial en 2011 comparado con el del año previo; por su parte, la inversión no rebasa su nivel antes del periodo de crisis; además, si bien el empleo ha crecido, éste ha perdido dinamismo y una proporción importante de los empleos generados ha sido de baja calidad. Por otra parte, continúa repuntando la inflación y, en el primer mes del año, se ubicó por arriba del límite superior de variabilidad establecido por Banxico, lo que ha repercutido en el ingreso de las personas que ganan menos al disminuir el poder adquisitivo de su salario.

Algunos indicadores de la economía real, tanto en México como en Estados Unidos comienzan a dar signos positivos de avance. En el caso particular de México los indicadores de confianza del consumidor y del productor aumentaron; sin embargo, el contexto de la situación económica nacional e internacional genera incertidumbre como para poder dar un impulso mayor a la demanda interna, lo que se ve plasmado en las expectativas del sector privado, que pronostican un crecimiento de 3.33 por ciento para 2012, incremento menor a lo que se preveía anteriormente.