Durante el mes de julio, el comportamiento del índice de precios de los alimentos estuvo marcado por la inestabilidad de la economía mundial, la volatilidad de los mercados financieros y los climas extremosos como las sequías registradas en el Cuerno de África y en la zona del cinturón del maíz de Estados Unidos; así como las lluvias ocurridas en la Ex Unión Soviética y la Unión Europea, lo cual está afectando las condiciones de mercado del trigo, maíz, soya y arroz.

Datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que durante julio, los precios de los alimentos crecieron en 25.3 por ciento anual. Este resultado muestra un incremento de menor magnitud al que venían reportando en los meses anteriores, lo que se explica por la disminución en los precios de los principales cultivos como fueron trigo, maíz, sorgo y soya, principalmente, que revirtieron su tendencia alcista durante julio. No obstante esta disminución, los precios de los cereales se encuentran en niveles altos, en particular, el precio del maíz que se ubicó en 301.74 dólares la tonelada, con lo que se mantiene por arriba del máximo histórico alcanzado en junio de 2008 (281 dólares por tonelada).